Basada en Silicon Valley, la compañía tiene su laboratorio de ingeniería en Buenos Aires en donde proyecta duplicar su staff durante 2016.
Para llevar adelante su plan de crecimiento, MuleSoft mudará en breve sus oficinas porteñas a nuevas y más amplias instalaciones con capacidad para 250 empleados. Actualmente, el laboratorio de ingeniería cuenta con 130 profesionales, 70% de los cuales pertenece al área de ingeniería.
Desde el laboratorio de ingeniería se desarrollan productos para múltiples industrias (banca, salud, telcos y automotriz, entre otras) en más de 60 países. Los productos se destinan a empresas pertenecientes en su mayoría a Fortune 500 con el objetivo de simplificar y facilitar la integración de aplicaciones, datos y dispositivos.
Ross Mason, fundador de MuleSoft, visita regularmente Buenos Aires y en esta ocasión dialogó con la prensa especializada. “Nuestro objetivo es que hacer que nuestros clientes usen la tecnología y puedan tomar ventaja de ella”.
Acerca de la expansión proyectada para el laboratorio de ingeniería, el ejecutivo aseguró: “La clave para continuar el crecimiento como negocio depende de la excelencia de nuestro producto. Por este motivo necesitamos que los profesionales más calificados se unan a nuestro equipo”.
Para consolidar el crecimiento, la compañía está en la búsqueda permanente de profesionales con altas calificaciones técnicas. En Argentina, al igual que en otros países, hay un déficit difícil de cubrir en torno a los profesionales del segmento TIC.
Consultado acerca del impacto que puede sufrir MuleSoft a la hora de cubrir nuevas posiciones, Mason comentó a ebizLatam: “No sólo en Argentina faltan profesionales de esta industria, el problema no es el defícit sino la oferta y la demanda. Nosotros buscamos aquellos candidatos que quieran brindar su máximo potencial para lograr un producto de excelencia”.
Dentro de las acciones que la compañía lleva a cabo para aumentar su dotación, ha puesto en marcha el programa “Potrillos” que tiene por objetivo sumar a su equipo estudiantes avanzados en carreras afines y formarlos en las tecnologías y cultura de la compañía.
“El desafío técnico es una constante y les abre la posibilidad de ver impactos concretos de su trabajo en lo cotidiano. Ofrecemos un entorno donde la cercanía y la comunicación forman parte de la cultura diaria”, concluyó Mason.
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