En los últimos años, términos como “ecológico”, “sostenible”, “verde”, “eficiente” y “eco-friendly” han ganado terreno hasta convertirse en el centro de la agenda social actual. Aparecen mencionados en los medios de comunicación, los vemos en las etiquetas de muchos productos y son parte de nuestras conversaciones cotidianas. Sin embargo, al ser de uso tan frecuente, el significado real del término puede haber quedado desdibujado. ¿De qué estamos hablando realmente?

Eco-friendly se define como algo respetuoso con el medio ambiente, es decir, que no genera en este un impacto perjudicial. La expresión puede aplicarse tanto a productos como a prácticas que ayudan a conservar recursos naturales, como el agua y las energías, o que evitan la contaminación del aire, el agua o el suelo.

Otras prácticas ecológicas incluyen el uso de ingredientes cultivados o criados de manera sostenible, es decir, producidos de forma que no agoten el ecosistema. En otras palabras, llamamos eco-friendly a los productos que se desarrollan bajo la premisa de cuidar la seguridad ambiental y humana.

Al extenderse cada vez más la conciencia por el cuidado de nuestro planeta, cada vez se encuentran más productos en el mercado que buscan cumplir con parámetros “verdes” y sostenibles: desde ropa, pasando por cosméticos, productos comestibles y artículos de limpieza hasta dispositivos electrónicos que contribuyen al ahorro de electricidad o de agua. Estos productos tienen algunas de estas características en común: contribuyen al ahorro energético, reducen la emisión de gases nocivos para la atmósfera y la salud humana, son biodegradables o reciclables, parten de cultivos sostenibles o, incluso, son productos fabricados con materiales reciclados.

Además de ser una tendencia global en diversas áreas de la producción, en el campo de la tecnología cobra cada día más fuerza el término “tecno eco-amigable”. En Argentina, un ejemplo de esto es la tricicleta eléctrica de uso urbano diseñada por el colegio Leonardo Da Vinci, de Río Cuarto. Se trata nada menos que de un pequeño vehículo de tres ruedas que, al popularizarse, permitirá ahorrar energía, contaminar menos y evitar congestiones de tránsito. La Universidad Tecnológica Nacional de Córdoba (UTN) confirmó que certificará el prototipo y proyectan fabricar diez unidades por día.

Son muchas las naciones que buscan reducir la utilización de combustibles fósiles a través de tecnologías más eficientes. Dado que las fuentes de energía actuales –como el petróleo, el gas natural y el carbón– no son renovables, proyectos de ahorro energético como el mencionado se han convertido en una práctica ecológica fundamental.

“Una tendencia que avanza en el desarrollo de dispositivos ecológicos son los artículos hogareños de bajo consumo energético”, afirmó Juan Pedro Andrade, Head Marketing de LG Electronics Argentina. En ese marco, se destacan los modernos sistemas de iluminación LED, así como nuevos electrodomésticos que ahorran energía. Es el caso de LG, que posee la gama más completa de línea blanca con tecnología Inverter.

A diferencia de otros motores, los inverter eficientizan el uso de la energía. Esto le permite al usuario ahorrar en sus costos de su tarifa de luz, pero también contribuir con un consumo general más consciente. A su vez, este sistema al poseer menor desgate pueden garantizar hasta 10 años de durabilidad. De este modo, evita un recambio innecesario del equipo, con el impacto que esto conlleva.

Por ejemplo, los acondicionadores de aire Artcool y Mega Inverter de LG, consumen un 35% menos de energía frente a otros aires acondicionados con motor convencional ON/OFF; las heladeras con motor inverter no solamente ahorran por su motor, las Door in Door, que tienen una puerta adicional donde el usuario almacena los alimentos que más utiliza para no tener que abrir completamente el refrigerador evitan el ingreso de masas de aire caliente que desestabilizan la temperatura del interior y obligan al motor a trabajar más; otros electrodomésticos que también poseen motores Inverter son los lavarropas y los lavasecarropas.

También, no solamente ahorran hasta un 15% de energía eléctrica y un 40% del consumo de agua (recurso natural cada vez más escaso), sino que también permiten un mejor lavado. Los motores Inverter de estos equipos LG al no poseer poleas, cuentan con más posibilidades de movimientos y combinaciones (6motion). Esto evita diferentes lavados y un uso constante de agua y electricidad.

Varias de estas tecnologías han sido reconocidas en el ranking Top Ten de consumo energético presentado por la Fundación Vida Silvestre Argentina en Marzo, que informa acerca de los electrodomésticos energéticamente más eficientes del mercado argentino. Estudios realizados por dicha organización aseguran que, implementando políticas de eficiencia energética, se evitaría generar 6.000 MW equivalentes a dos represas hidroeléctricas similares a Yacyretá y a un ahorro de 31.000 millones de dólares para el año 2030 en costos de capital.

Además, la publicación brinda consejos que buscan generar mayor conciencia en los hábitos cotidianos de los usuarios para colaborar con el ahorro energético:

1. Al momento de la compra, siempre se debe optar por equipos con etiqueta energética clase A (nivel más alto de eficiencia de energía).
2. Los acondicionadores de aire deben estar en 24ºC y colocados de 1.80 a 2 metros de altura para hacer más efectiva la refrigeración.
3. En el caso de los freezers, es fundamental controlar que no se forme hielo en las paredes, ya que una capa de tan sólo 3 mm incrementa el consumo de energía en un 30%.

La población está entonces cada vez más informada y comprometida acerca de la necesidad de productos y servicios eco-friendly que nos permitan habitar de forma más saludable nuestro planeta, demostrando que no sólo evolucionamos en térmicos tecnológicos.

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