Julio Chamizo, cofundador de Taggify, explica como introducirse en el arte de establecer relaciones comerciales con el dragón de oriente.
El pasado 29 de junio, pudimos asistir al Mobile World Congress en Shanghái, China, la versión oriental de la Expo que se realiza en Barcelona. Con muchas expectativas, emprendimos nuestro viaje, y luego de 30 horas de vuelo más escalas, llegamos a destino.
Cruzar el planeta y visitar el mundo oriental es una experiencia de por sí. En esta edición, el evento se llevó a cabo en Pudong, cruzando el río Huangpu, en una zona no tan céntrica más orientada a los negocios, pero hablando de China, siempre hay mucha gente.
El cambio cultural y a la hora de hacer negocios es muy grande. Lo primero que nos chocó, previa entrada al predio, fue la abrumadora cantidad de gente amontonada tratando de retirar el badge (placa identificadora con tu nombre y empresa), la cola cada vez se hacía más larga, esto debido a que los locales no respetan las colas, no están acostumbrados. En ese aspecto no difieren tanto con nosotros los latinos.
Una vez dentro del predio nos pusimos “manos a la obra”. Viajamos seguido a eventos de la industria ad-tech (publicidad online), pero nunca habíamos viajado a China en misión comercial.
En el primer día del evento, además de recorrer los distintos stands, tratamos de relacionarnos, hacer networking, hablar sobre nuestra compañía, y cómo a través de ella nuestros potenciales clientes pueden promocionar sus productos a sus usuarios.
Aquí nos encontramos con la segunda traba: los orientales no hablan mucho inglés, por más que el evento se llame “Mobile World Congress”, de World no tenía mucho, y eso tiene sentido, los chinos son una población de 1.400 millones de personas, no les hace falta mucho del mundo, ya que tienen un mercado interno gigante.
Entonces, al momento de hablar, se nos reían de una manera muy tímida y buscaban a alguien de la empresa para que nos asista. Un porcentaje muy chico de los empleados en una empresa hablan inglés, aunque esto va a cambiar en los próximos años, ya que se están abriendo miles de escuelas de inglés e inclusive, incorporándolo como materia en los colegios.
Al finalizar el primer día, sentimos mucha frustración, pensábamos que tanto e fuerzo entre viajes, lay-overs, tiempo y plata había sido de gusto, pero como buenos emprendedores, encaramos el segundo día con todo y aplicamos algunas estrategias de lo aprendido y observado del primer día.
La clave a mi criterio está en mostrar interés en el producto que ofrecen, si lo demostrás, se esfuerzan para comunicarse con vos, como sea. Una vez que los escuchaste, siempre te van a preguntar qué es lo que hacés y ahí es clave tratar de venderles tu producto servicio según las necesidades que pudiste detectar en ellos.
Siempre hablando en un “rustic-english” o inglés con palabras clave, te van a entender y luego la ciencia radica en tener mucha paciencia y dedicación para concretar un deal.
Sobre las temáticas del evento en sí, pudimos observar cómo está evolucionando el mundo del IoT (Internet of Things), objetos comunes que utilizamos todo el tiempo, con posibilidad de recibir una señal de internet, los cuales se vuelven “inteligentes” con capacidad de aprender según nuestros comportamientos.
Se aplica a cualquier cosa, desde autos, heladeras, mesas, hasta elementos orientados a la salud. Todo alimentado por tecnología 5G, algo que se viene muy fuerte para los próximos años.
Otra cosa que llamó la atención es todo lo relacionado a VR (Virtual Reality). Cada vez más empresas se están metiendo tanto en el desarrollo de aplicaciones como en la creación de Hardware, por ahora, parece solo una moda, ya que no vimos algo realmente útil, salvo juegos y experiencias.
Para el VR, ya aparecieron cámaras que filman en todos los ángulos, son una especie de esferas con lentes que captan todo lo que pasa a tu alrededor. El hardware en manos de alguien creativo, puede llegar a hacer algo increíble.
Además del evento, pudimos concretar reuniones con agencias multinacionales de publicidad con presencia en China. Cuando estás en una agencia multinacional, sabés que el nivel de inglés es muy bueno, entonces ya se puede hablar de manera fluida y plasmar ideas.
Encontramos una muy cálida recepción por parte de estas empresas, nos describieron cómo es el mercado de la publicidad digital en China y que cosas deberíamos tener en cuenta para empezar a hacer negocios allí. Sea el rubro que sea, como consejo, siempre es bueno escuchar y luego proponer según las necesidades.
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