Ripio, las memecoins y el mercado cripto

Ripio, las memecoins y el mercado cripto
En la app de Ripio solo listaron hasta ahora DOGE y SHIB, porque las consideraron proyectos con una gran comunidad.

Sebastian Serrano, CEO y cofundador de Ripio, explica como las memecoins funcionan en el mercado de las criptomonedas.

Las criptomonedas y los memes son dos de los vehículos culturales más importantes de nuestros tiempos: generan comunidad, traccionan iniciativas, inspiran obras y expresiones artísticas, y están cada vez más incorporados en la vida cotidiana, dentro y fuera de internet. También son formas de captar la atención social. A tal punto que los memes cambiaron el resultado de la elección a presidente en Argentina, y las criptomonedas están cambiando la forma de entender el dinero.

De hecho, Bitcoin está teniendo un año impresionante, tal vez el más importante de sus 15 años: hace unos días alcanzó nuevos máximos históricos (arriba de los u$s 73.000) luego de haber arrancado 2024 con la aprobación de los ETF al contado (que están empujando el precio hacia arriba con su altísima demanda de BTC).

Mientras tanto, se avecina el halving, estimado aproximadamente para el 20 de abril aunque puede variar, lo que reducirá fuertemente la oferta de nuevos BTC. Esto refuerza una tendencia que ya se había dado durante 2023, cuando Bitcoin tuvo una subida del 150% en su precio, y ese empuje fue contagiando al resto del ecosistema, con muchas altcoins con grandes crecidas durante 2023 y, sobre todo, 2024.

En un contexto así, el boom de las memecoins que están viendo en este nuevo ciclo bullish en cripto tiene mucho sentido. Y, pese a lo que pueda parecer, esta emoción por dichos tokens también tiene un sustento a nivel cultural y de comunidades. Que los memes sean divertidos, ocurrentes o simpáticos no quiere decir que las memecoins sean tokens “en joda”. Al menos no todas, pero hay que tener en cuenta los riesgos en este tipo de inversión.

De hecho, son tokens expuestos a fluctuaciones en su precio en base a cómo se mueve el culto o la atención alrededor de ellos, en diálogo también con noticias y tendencias macro que se dan en cripto, en tecnología, en internet, en redes sociales y en el arte y la cultura. Cada ciclo alcista tiene un tipo de activo que lidera la euforia. En el anterior fueron los NFT, casualmente también muy asociados a la cultura y las comunidades, y en éste parece claro que la vedette son las “memecoins”.

Como muestra de esto, actualmente el top 100 de las criptomonedas más importantes del mercado tiene a DOGE en el 9º lugar, a SHIB en el 11º, a PEPE en el 40º, a WIF en el 52º, a FLOKI en el 57º y a BONK en el 70º. Solo entre ellas reúnen unos 50 mil millones de dólares de market cap, alrededor de un 2% del mercado cripto total (2.5 billones de dólares). Lo notable es que hace unos meses su capitalización representaba cerca del 1% del mercado cripto total. Duplicó su peso en pocos meses.

A 10 años de su creación, el mercado memecoin sigue dominado por DOGE, que constituye casi el 40% de esta categoría, seguido por SHIB con otro 30%. PEPE, WIF, FLOKI y BONK también están en el club de los mil millones de dólares, pero después el peso individual cae drásticamente. Y en ese punto es importante aclarar que las memecoins no son criptos basadas en “fundamentos” técnicos y concretos como tienen Bitcoin (BTC) y Ethereum (ETH).

Estos criptoactivos originados en memes están viendo grandes fluctuaciones de valor en los últimos días, asociados a su boom en redes sociales y en comunidades online. Pero es importante remarcar que, justamente, son memes y su valor es cultural: algunos pueden durar más y otros menos como posible inversión, pero no dejan de ser un meme, que a veces también funciona como “token de comunidad”.

Qué son las memecoins

En el mundo cripto nos referimos a altcoins para designar una gama muy amplia de tokens “que no son Bitcoin”. Hoy tampoco tiene sentido considerar “altcoin” a Ethereum, que juega su propia liga. Pero dentro de las altcoins hay de todo: tokens de comunidad, otros para usar juegos o servicios web3, unos que representan valor sobre una colección NFT o hasta tokens de créditos de carbono.

Dentro de esas altcoins hace mucho tiempo existen las memecoins. El emblema histórico es Dogecoin (DOGE), que surgió como una adaptación del código de Litecoin, con la propuesta de ser una moneda útil para transferir poco valor en corto tiempo y con bajas comisiones. En Ripio listaron DOGE en 2021 y más tarde sumaron Shiba Inu (SHIB). Estos tokens pueden ser comprados, enviados o recibidos como cualquier otro desde nuestra app.

DOGE tenía por mascota un perro icónico, y en estos años explotaron otros casos representativos con animales como ranas (PEPE), más perros (SHIB, FLOKI) y ahora lagartos (MAGAIBA). Y más recientemente, sobre todo en el ecosistema de Solana (SOL), también florecieron las memecoins de líderes políticos, como Jeo Boden (BODEN) o Doland Tremp (TREMP), o del lore de internet como I Choose Rich Everytime! (NICK), entre otras.

La mayor parte de los nuevos memecoins están en Solana y el trading en esta blockchain de alta capacidad y bajos fees es ideal. Sin dudas, los grandes ganadores de este fenómeno son la red Solana y su token $SOL, así como los exchanges descentralizados Jupiter y Raydium, cuyos tokens $JUP y $RAY también son un modo de exponerse a la “memeconomy”.

Las memecoins como artefactos culturales

Las memecoins que más llaman la atención de las personas dentro el ecosistema cripto son tokens basados en tendencias de internet y sobre todo tokens surgidos de comunidades online -por lo que ya tienen un culto alrededor desde antes-. Este último caso es el de MAGAIBA, flamante memecoin argentina nacida en la comunidad del podcast Círculo Vicioso. Fue creada el 7/3 y a los pocos días llegó a alcanzar un market cap de 20 millones de dólares y generó un revuelo en las comunidades cripto locales, especialmente en el llamado “Cripto Twitter” argentino.

Aunque, después de unos días de crecimiento exponencial, MAGAIBA entró en un período de descenso de precios que se profundizó cuando algunos holders liquidaron sus posiciones. Este tipo de volatilidades son típicos de las altcoins y sobre todo de las memecoins, por lo que es prudente extremar los recaudos a la hora de invertir en ellas.

En líneas generales, las memecoins no buscan confundir a compradores desprevenidos sino que suelen anunciar claramente sus objetivos y proyectos, o aceptar de entrada que no tienen ninguno a gran escala o que les basta con ser un token de comunidad. En el caso de SHIB, su fundamento está resumido en su whitepaper: “Somos una comunidad que salió de cero, y que ama los perros shiba inu”. Es simple.

El ejemplo de Magaiba es similar: su lema “so gentle, so good” (algo así como “muy amable, muy bueno”) funciona de forma memética como un vehículo para implantar gentilidad y bondad en un ecosistema a veces muy conflictivo. Están ante un mercado bullish donde hay oportunidades para que todos prueben sus proyectos, hagan sus inversiones y prueben los productos.

Si bien existen memecoins con grandes comunidades y sin malas intenciones cuyo precio se ha desplomado, muchas pudieron retener la atención gracias a la resistencia de su “social layer”, y han tenido una increíble permanencia y generado increíbles ganancias a mediano o largo plazo. Además de una forma en la que el valor se distribuye de forma directa en los participantes de la comunidad y del meme, y no a una empresa. Muchas memecoins construyen comunidades y se constituyen en sí mismas como marcas que tienen valor.

Cuidado con las estafas

Dicho todo esto, no se puede negar que también hay muchas memecoins que aparecen para estafar, y que aprovechan el FOMO típico de bull runs como el que están teniendo. Crear un token hoy es algo muy sencillo y poco costoso, por lo que en el sector de memecoins al mismo tiempo se fueron multiplicando las estafas, los derivados que buscan confundir, las versiones apócrifas de tokens de otras redes, los rugpulls. Los riesgos pueden ser más grandes, pero eso no quita que en toda operación con criptomonedas, sean stablecoins, BTC o una memecoin, haya que extremar los cuidados.

La primera recomendación es nunca meter en cripto plata que no se puedan dar el lujo de perder. Después, en el caso de las memecoins, hay que entender que el valor del meme es cultural y ese valor puede durar más o menos dependiendo de muchos factores, por lo que una memecoin que viene con un crecimiento sostenido puede de pronto perder valor rápidamente.

En cuanto a los riesgos, son similares a los de todo el ecosistema cripto, aunque están más en la superficie porque, como instrumento del mercado cripto, las memecoins resultan altamente especulativas y no tienen fundamentos técnicos y concretos como ya he mencionado anteriormente. Y todo gran dinero puesto en juego puede atraer atacantes de todo tipo.

En ese sentido existe el riesgo del pump and dump, que es cuando te inflan el precio del token para luego tirarlo abajo: a veces un grupo maneja gran cantidad de un token y opera para hacer crecer el interés de los compradores y su valuación. Llegado un punto de subida de precio, liquidan sus posiciones a un precio inferior al de mercado, ganando igualmente una importante diferencia y generando una corrida que puede llevar una memecoin a cero. Lo que también se conoce como rugpull.

Uno de los últimos casos de esto fue YE, la memecoin basada en el músico Kanye West. Como el propio Kanye seguía la cuenta de Instagram de YE, muchos interpretaron que sería una memecoin oficial, pero luego de hacer subir el precio, el creador liquidó toda su posición por debajo del precio de mercado y generó la caída de la moneda, que hoy tiende a cero.

Este tipo de riesgos, como el pump and dump y el rugpull, se reducen en la medida en que más distribuida y desconcentrada está una comunidad alrededor de una memecoin, porque es más difícil es llevarla al punto de que un solo holder puede derrumbar su precio y hay más reacción entre la comunidad para contrarrestar los movimientos de un grupo malintencionado o de una whale (“ballena”, como se conoce a quienes tienen mucho volumen de cripto) que decide liquidar muy barata su posición.

También muchos proyectos e incluso comunidades enteras han caído en estafas de esquemas ponzi donde sus organizadores vaciaron los proyectos y fugaron los fondos. Y siempre está el riesgo del phishing y los ataques a wallets, por eso en Ripio siempre están invirtiendo en seguridad.

Ripio y la seguridad de sus usuarios

En la app de Ripio solo listaron hasta ahora DOGE y SHIB, porque las consideraron proyectos con una gran comunidad. Además, es posible operar con MAGAIBA desde Ripio Trade. En estos años, las memecoins siempre estuvieron entre las favoritas de nuestros clientes, que tienen una medida de seguridad extra en las Pruebas de Reserva que ofrecemos en nuestra app. Aunque las PoR, si bien son importantes, no ofrecen garantías absolutas.

Por eso no es la única medida que implementaron. En 29 de abril cumpliremos 11 años de trabajo con un firme compromiso con la seguridad, con un equipo considerable y destacado -casi el 10% de nuestra empresa- enfocado exclusivamente en la seguridad. Once años implica que ya estában en la industria en varios halvings previos (agarraron las repercusiones del de 2012, y de pleno los de 2016 y 2020) y que conocemos muy bien los ciclos de este mercado. Además, auditaron el código de manera regular y hacemos públicas nuestras auditorías del sistema de custodia.

Para nuestros usuarios y público en general que aún no forma parte de Ripio, tenemos además disponible en nuestros Launchpad, canal de YouTube, Instragram, X y Telegram, contenidos y recursos sobre seguridad y privacidad al operar con cripto, explorar la web3, interactuar con herramientas DeFi o usar nuestra app.

Entendemos que todo este esfuerzo conlleva costos, pero creemos en priorizar la seguridad sobre la economía, siendo nuestra premisa ser el proveedor más seguro en lugar del más económico, ya sea para operar con memecoins, con Bitcoin, con Ethereum o con stablecoins como Criptodólar (UXD), que crearon el año pasado.

El futuro de las memecoins (a título personal)

Los tokens de comunidades y basados en memes son un meta que llegó para quedarse en el mercado cripto. Y no ahora: hace ya una década. Hoy tenemos un panorama muy efervescente con todo lo que pasa en Solana, y sin duda esa red y sus memecoins están definiendo este ciclo.

Aunque, claro, también tengo mis reservas sobre las consecuencias de la cultura de las memecoins porque, si bien son un ejemplo bellamente absurdo de las posibilidades y los límites del “dinero mágico de Internet” y los mercados imparables construidos onchain, también tienen algunas características que permiten sacar lo peor de nosotros y en nosotros.

Eso no quita que a futuro soy optimista sobre las memecoins, porque tokenizar e intercambiar sentimientos de Internet y en Internet se siente natural y obvio para los nativos digitales, y también para la mayoría de los inmigrantes digitales (como yo). Y por supuesto que este intercambio va a ser onchain, porque el futuro del mercado de capitales está en Internet.

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