Nuevas estrategias digitales para el sector financiero

Nuevas estrategias digitales para el sector financiero

La banca debe reforzar su apuesta por las tecnologías que le permitan acreditar la identidad del usuario en todo momento y ser un referente en seguridad de la información.

Ser el mejor y el más preciso en la gestión de riesgos

Los sistemas avanzados de gestión del riesgo, son señalados en el estudio de Minsait como el factor más característico y diferencial dentro de la cadena de valor del sector bancario.

La incorporación de la tecnología permite valorar los riesgos en la fase de admisión de una forma mucho más veloz (se elimina la intervención humana) y precisa. Estos sistemas utilizan datos sectoriales y sociodemográficos, cash flow, proyecciones y valoraciones automáticas en tiempo real de las garantías aportadas permitiendo disponer de técnicas avanzadas de pricing para todo tipo de clientes. También constituyen una valiosa herramienta para incorporar al sistema bancario a nuevos colectivos.

Por otro lado, en la fase de seguimiento y control, las técnicas de computación matemática permiten anticipar tanto posibles situaciones de insolvencia de un cliente como indicios de mejoras en este ámbito. Asimismo, el estudio considera clave en esta fase los sistemas automáticos de valoración (Automated Valuation Models-AVM), ya muy extendidos en Estados Unidos o Reino Unido,  para realizar una monitorización continua de los colaterales inmobiliarios del activo de una entidad.

Por último, el video-informe de Minsait defiende el papel de la tecnología de medios de pago  como ayuda fundamental para enfrentarse al reto social que supone la educación sobre conceptos financieros y supervisión y control del cliente del futuro. Es el caso de los productos diseñados para facilitar la relación financiera entre padres  e hijos y la supervisión en tiempo real.

El futuro que ya está  llegando

Como colofón al estudio, Minsait hace una fotografía de la evolución tecnológica que se prevé para la banca en los próximos diez años. El traslado definitivo de los pagos al wearable o al móvil, la reducción y especialización de las oficinas, o el asesoramiento personalizado través de móvil, realidad vitual o Smart TV, son algunos de los cambios que experimentarán los canales de relación con el cliente.

Por otro lado, los productos y servicios también experimentarán una auténtica revolución. Así, aparecerán numerosos servicios de valor añadido que aprovecharán la funcionalidad online y el sistema real-time en el ámbito en el ámbito de pagos, se incrementarán las adquisiciones de las compañías Fintech y se convergerá hacia los procesos de financiación contextual. Además, las pymes externalizarán gran parte de sus funciones de gestión en servicios provistos por los bancos, que además les proveerán otros específicos de outsourcing de tesorería y ciberseguridad. Y también será la Inteligencia Artificial quien diseñe las carteras y tome automáticamente las decisiones de inversión.

Otras novedades serán la aparición de empresas especializadas en riesgos mediante analytics, la conversión de la biometría múltiple en el sistema estándar de identificación o de la seguridad en core business de la banca.

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