La Formula E pasó por Buenos Aires de la mano de Qualcomm

La compañía cofundada por Irwin Jacobs es responsable de la carga inalámbrica por inducción de los carros que componen esta nueva categoría de automóviles que promueve la energía sustentable.

Qualcomm es conocida por fabricar los procesadores de la mayoría de los smartphones del mundo. Sin embargo, su principal negocio pasa por las patentes y ha desarrollado gran parte de las tecnologías de telecomunicaciones que existen hoy en día.

Su división de Investigación y Desarrollo se encuentra en permanente ebullición.

La firma es fabricante de la popular línea de chips Snapdragon que potencia teléfonos inteligentes de diferentes marcas y que ahora está lanzando el nuevo modelo 820, que se encontrará en las entrañas de la siguiente generación de smartphones.

En relación a los vehículos eléctricos, ha diseñado la tecnología de carga que utilizan los automóviles de la Formula E. Esta funciona de forma similar a la carga inalámbrica de teléfonos inteligentes.

El inventor Edward Van Boheemen es responsable por el cargador inalámbrico de vehículos eléctricos “Qualcomm Halo”, que utiliza una transferencia de energía por resonancia magnética inductiva, sin necesidad de que el conductor enchufe la batería para recargarla.

El cargador original entregaba 3,6 kW/hora y la nueva generación ya está trabajando a 7,2 kW/hora, lo que le permite cargar el Qualcomm Safety Car en una hora. El automóvil de seguridad oficial de Qualcomm, un BMW i8, es el responsable de guiar A los autos durante las detenciones e incidentes de la carrera en la que los pilotos deben mantener sus posiciones.

Con un peso que ronda los 320 kgs, la batería Williams puede producir hasta 200 kW o el equivalente a 270 CV. Cada auto cuenta con una batería de 25 kW.

Los corredores auspiciados por la marca son Lucas Di Grassi y Nelson Piquet Jr., pilotos que llevan el logo de la empresa en sus gorros, brazos y automóviles. Además, acompañan a la compañía tanto en sus charlas de difusión de la tecnología como de la nueva categoría de carros y sus beneficios para el medio ambiente.

Qualcomm asegura que no es sólo un sponsor de la categoría sino un socio tecnológico.

La Formula E viene recorriendo el mundo en una serie de 11 carreras que iniciaron en octubre de 2015 en Beijing y desde Buenos Aires irán a México en marzo para seguir en Long Beach, EEUU en abril.

Por la autonomía de la batería se usan dos automóviles para completar el circuito, cambiando de vehículo a mitad de carrera. Esto le costó al mexicano SalvadorChava Durán quedar fuera de juego al no contar con el segundo auto que no pudo ser reparado a tiempo.

Una buena noticia para quienes se preocupan por la crisis energética declarada por el gobierno argentino: la organización del evento viaja con generadores eléctricos modificados que son impulsados por glicerina como combustible para recargar los automóviles y no utilizarán la energía provista por el sistema eléctrico de la Ciudad de Buenos Aires.

La competencia porteña se desarrolló en la exclusiva zona de Puerto Madero, con una concurrencia nutrida y televisada por Fox Sports. La carrera principal  fue precedida de una vuelta con famosos locales como pilotos, quienes se pusieron al volante de pequeños bólidos eléctricos.

Entre quienes apoyaron esta competencia destacan Horacio Rodríguez Larreta y Diego Santilli, Jefe y Vicejefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, el periodista Fabián Doman y la modelo Valeria Mazza, quien además entregó los premios en el podio.

El ganador del tramo argentino fue el británico Sam Bird, quien lideró la carrera de punta a punta.

Rafael Steinhauser, presidente para América Latina, Santiago Fontán Balestra, gerente de Ventas para el Cono Sur de América Latina, Allan Giangrossi, gerente de Marketing de Brasil y Graeme Davison, VP de Tecnología en Qualcomm Europe acompañaron a la prensa especializada en su visita a los boxes, el hands-on sobre los autos y el dialogo con los pilotos.

La firma basada en San Diego se encuentra actualmente trabajando en potenciar los futuros dispositivos del internet de las cosas, de la prometedora computación cognitiva y de las próximas ciudades inteligentes (smartcities).

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