Hostería Mar de Ajó

Hostería Mar de Ajó
El descanso necesario.

Donde la familia se extiende más allá del servicio.

La historia de Hostería Mar de Ajó se remonta a principios del siglo XX y se encuentra inseparablemente unida al nacimiento de la ciudad. Ubicada en la costa atlántica de Buenos Aires, Mar de Ajó es una de las playas más antiguas de la costa, amén de ser las más anchas del Partido de la Costa y contar con el muelle de pesca más grande de los cinco que tiene éste; es hogar de misteriosos barcos hundidos que cuentan sus historias de naufragios cuando la marea baja.

Si bien el Gobernador de la Provincia de Buenos Aires, Don Juan Manuel de Rosas, creaba el partido de Rincón de Ajó en el año 1839, Mar de Ajó nace como ciudad oficialmente el 21 de diciembre de 1935; precisamente el año en que nace Hostería Mar de Ajó como un pequeño rancho de paja sobre la playa, con aviones que aterrizaban directamente en sus arenas y junto al mar.

Con el paso de los años la hostería cambia de dueños hasta llegar a manos de la familia Espina Ovin. José María “Pepe” Espina, el patriarca, era una persona extraordinaria; cuentan sus nietos que fue el primer propietario de una moto en Asturias, además de gran vendedor y -definitivamente- un emprendedor. Incluso estuvo en la legión extranjera por pensar distinto al dictador Francisco Franco.

Pepe se casa con Enedina Sabina Ovin y tienen dos dos hijas, María Antonia (Tonia) y María de los Dolores (Lola). El hombre era un jugador frecuente, al punto que en una oportunidades se juega su casa y por supuesto, la pierde. Es entonces que toma la decisión de migrar en soledad desde España hasta Argentina. Más adelante vendría la familia a instalarse en el barrio porteño de Colegiales.

Tentó suerte con hoteles en Santiago del Estero y en las Termas hasta llegar a Mar de Ajó y comprar la hostería en la década de los 70, a pesar de que sus yernos no estaban convencidos pues aún se trataba de un antiguo edificio de paja y palos que requería mucho trabajo de reconstrucción. Finalmente Pepe insistió en comprarla y así se convirtieron en los actuales dueños de Hostería Mar de Ajó.

Las hijas de Sabina y Pepe se radicarán en la ciudad de Mar de Ajó y toda la familia -incluidos yernos y luego nietos- trabajará año a año en la remodelación de la hostería. Gradualmente Tonia y Lola tomarán las riendas de la empresa.

Mi abuelo nos llevaba a la playa, cerca del naufragio del barco El Vencedor, juntábamos almejas y las hacíamos en escabeche. Estaba muy presente”, dijo Matías Basilico, hijo de Antonia y tercera generación en el negocio familiar. “Yo iba a jugar con mis primos a la hostería y cuando teníamos 12 o 13 años empezamos a trabajar; alguno en el comedor, otro lavando platos y copas. Ahora veo una cuarta generación trabajando en la hostería pero además estudiando”.

Mi abuela -una genia total- siempre fue fanática de la perfección y aún hoy es muy obsesiva con la limpieza”, agregó.

Sabina revisaba (y revisa) azulejo por azulejo, la limpieza siempre fue fundamental para todos; es nuestra carta de presentación”, confirmó Rodrigo Caprari, hijo de Lola.

Balneario Cuerrias

La hostería es el comercio mas antiguo en pie del partido de la costa. Con el tiempo, esta empresa familiar fue ampliando sus prestaciones hasta incluir un balneario y el apart hotel Sabina del Mar. “El balneario Cuerrias tiene 22 años de existencia y fue pensado como un servicio del hotel. 54 habitaciones, 54 carpas. Hoy tenemos 60 habitaciones”, explicó Caprari. “Los negocios del apart hotel y del balneario los manejan Tonia y Lola desde la hostería”.

El Cuerrias es un excelente complemento para la hostería. Tiene restaurant, parrillas para los huéspedes, servicio de carpas y Wi-Fi, juegos para niños, bauleras y una espectacular zona chill out. Organizan torneos de truco, burako y tejo para toda la familia.

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