Cada vez son más los usuarios de todas las edades que utilizan smartphones y realizan backups o suben archivos a la nube. Pero, ¿nuestras fotos, videos e información están realmente seguros?
Activá el acceso a tu dispositivo con un código de seguridad.
Dependiendo la marca del teléfono puede ser una huella digital, número, patrón, tono de voz o palabra clave. Es una manera sencilla de proteger los datos de cualquiera que quiera espiar tu teléfono.
Activá las conexiones por Bluetooth, infrarrojos y WiFi sólo cuando vayas a utilizarlas.
Al mantener abierta alguna señal alternativa del teléfono, los ciberdelincuentes pueden aprovechar para transmitir malware o conectarse al dispositivo y obtener contraseñas o contactos.
Instalá una aplicación de borrado de datos remoto.
Con algunas aplicaciones se puede activar el celular mediante un mensaje de texto antes o después del robo o extravío y, de esa manera, se borra la información privada. También, dependiendo de cada aplicación se puede: localizar el móvil, producir alarmas, obtener una copia de seguridad y bloquear el dispositivo al conectarse desde cualquier navegador web después del incidente.
Guardá el número IMEI.
La Identidad Internacional de Equipo Móvil (IMEI por sus siglas en inglés) es un código pregrabado en los teléfonos móviles que identifica unívocamente a nivel mundial a cada equipo. Éste se transmite por el aparato a la red cuando se conecta con su operador de telefonía. Al bloquear el equipo telefónico mediante el IMEI, el aparato queda inservible.
Realizá copias de seguridad constantemente.
Esto permite guardar la información del móvil en caso de alguna falla, pérdida de datos o que accidentalmente se borre tu información. Se puede realizar en una PC propia o bien usando la nube para respaldar en Internet fotos o archivos conforme se generan.
Para uso de nube
Mantené un respaldo de información y limita algunos archivos.
Existe una gran cantidad de servicios de nube con los que puedes guardar y mantener tus datos seguros y a tu alcance en cualquier lugar. Sin embargo, es recomendable cargar en la nube sólo aquellos archivos que utilizas frecuentemente y evitar incluir los documentos sensibles, con contraseñas y definitivamente archivos que sean privados o delicados.
También, es una buena práctica mantener una copia o respaldo de los archivos más importantes en un dispositivo de almacenamiento sólo en caso de que ocurra alguna eventualidad con la información que se encuentra guardada en la nube.
Usá servicios que tengan cifrado en los datos.
Busca un servicio ofrezca el cifrado local para tus datos. Esto proporciona un nivel adicional de seguridad, ya que será necesario el descifrado antes de poder tener acceso a los datos.
Analizá bien la privacidad y avisos del servicio que se utilizará
Además del servicio de almacenamiento, algunos sitios en la nube permiten la distribución de archivos con otros usuarios, así como compartir imágenes o audios dentro de la aplicación o programa, pero hay que revisar siempre con mucho cuidado la “letra chica” para evitar problemas o malos entendidos posteriormente.
Cuidá en donde navegas
La seguridad de tus datos depende de tu comportamiento en la web, esto se potencializa cuando se trata de equipos y redes públicas, ya que estas conexiones no se cifran y todo lo que hagas, publiques y mandes mientras estás conectado puede ser “rastreado” por un hacker que se encuentre dentro de la misma red.
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