Profesionales de TI batallan por encontrar la estrategia óptima

Profesionales de TI batallan por encontrar la estrategia óptima
Las tecnologías emergentes han comenzado a impulsar la verdadera transformación digital.Douglas Wallace, gerente General de Pure Storage para América Latina y el Caribe (excepto Brasil)

Los resultados de Evolution 2017 reveló que después de más de 10 años de la nube, el mercado está confundido sobre cuál es la estrategia óptima y dónde colocar determinadas cargas de trabajo.

El panorama regulatorio se dirige hacia aguas desconocidas, lo que conlleva un nuevo desafío para las empresas. Las soluciones digitales están potenciando los ingresos y la información está respaldando los esfuerzos de innovación, con lo cual los líderes de TI tienen una oportunidad inconmensurable para asegurar que el almacenamiento de datos sea una elección informada y conveniente para el futuro, en lugar de un acuerdo apresurado.

La tecnología cambia rápidamente la manera de operar de las organizaciones y lo que se necesita para prosperar en una economía digital. Una forma de evaluar dónde caen las empresas en un espectro de madurez digital es examinar la proporción de ingresos que pueden atribuirse a las tecnologías digitales.

Las tecnologías emergentes como la inteligencia artificial (AI), internet de las cosas (IoT) y el aprendizaje automático han cambiado la forma en que las empresas operan y lo que se necesita para prosperar en una economía digital.

La encuesta, realizada entre más de 9.000 empresas de 24 países de Estados Unidos, EMEA y Asia Pacífico, encontró que las soluciones digitales generan alrededor de la mitad de los ingresos para las organizaciones, ya sea a través de aplicaciones orientadas al cliente o más funcionalidades de back office. Está claro que la transformación digital ya no es solo una palabra de moda, está sucediendo.

A pesar de este crecimiento, la complejidad técnica y la incertidumbre estratégica, desde el punto de vista de la infraestructura, han impedido que las empresas lleguen a ser realmente digitales.

La nube pública, privada e híbrida, el SaaS y las soluciones tradicionales on-premises, todas están atravesando su mejor momento, pero las empresas todavía carecen de certeza acerca de dónde colocar cargas de trabajo específicas.

Las empresas se han transformado por el auge de las aplicaciones y ahora suelen confiar en cientos de ellas para llevar a cabo las operaciones cotidianas.

A su vez, la demanda de datos ha aumentado con los usuarios empresariales que quieren que las aplicaciones estén constantemente disponibles en múltiples dispositivos y hay evidencia del anhelo de tener análisis en tiempo real y simulaciones interactivas.

Estar orientado a datos es el nuevo estándar para las organizaciones. Donde hay datos, hay también una necesidad de sistemas para almacenarlos, la gente para gestionarlos y las aplicaciones para darles sentido.

El aumento del impacto y cargas de trabajo intensivas en datos de aplicaciones como el análisis de big data y el IoT obligan a reevaluar las necesidades de almacenamiento y fomentan la necesidad de nuevas tecnologías y modelos de negocio.

De acuerdo con Evolution 2017, las empresas ejecutan 41% de las aplicaciones on-premises, más que en la nube pública y la nube privada. También, la nube pública crecerá en los próximos 18 a 24 meses.

A pesar de los fuertes indicios del crecimiento de la nube pública, un número considerable de empresas que ejecutaron cargas de trabajo en entornos de nube públicos han migrado algunas o todas esas cargas de trabajo de vuelta al interior de sus instalaciones.

Las tecnologías emergentes han comenzado a impulsar la verdadera transformación digital, pero las empresas siguen en un círculo de placer y culpa cuando se trata de la nube pública.

En lugar de ser vistas como opciones competitivas, las empresas deberían adoptar el almacenamiento en la nube y on-premises como ofertas complementarias. De esta manera, la infraestructura de almacenamiento se vuelve ágil y con garantía de futuro, lo que contribuye a lograr la ventaja en información que buscan las empresas.

Sin embargo, la complejidad técnica y la confusión de la nube impera. La asignación de la carga de trabajo está muy fragmentada y las compañías están trasladando esto de ida y vuelta a la nube pública.

Los clientes están probablemente cansados por las batallas mediáticas de la nube pública contra la privada, los debates sobre si el híbrido es realmente híbrido y si la nube es mejor o peor que on-premise.

Las organizaciones reconocen que los despliegues tradicionales de almacenamiento están creando un cuello de botella en la transformación digital, básicamente frenándolos en un momento en el que lo que quieren acelerar.

Asimismo, las innovaciones en el mercado del almacenamiento de datos están desafiando las creencias sobre lo que ofrece el mejor rendimiento al costo adecuado.

El empuje de la nube pública es significativo, pero los líderes de TI no se están quedando con los sistemas on-premise por nostalgia ─todavía sirven a un propósito, incluso en un centro de datos moderno. Para algunas cargas de trabajo pueden resultar una opción de rendimiento superior y más rentable.

Nunca habrá una respuesta para toda organización. El escenario ideal es aquel donde las soluciones puedan coexistir y complementarse entre sí y los clientes puedan elegir entre todos los modelos de entrega y consumo.

Al hacerlo, la infraestructura de almacenamiento se vuelve ágil y adaptable al futuro, impulsando la ventaja que ofrecen los datos que las organizaciones están buscando.

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