Otro cambio más: el estrés de la vuelta a la oficina

Otro cambio más: el estrés de la vuelta a la oficina
Las modalidades de trabajo están cambiando constantemente.Claudio Torres, Regional manager Cono Sur de D-Link

Algunas empresas decidieron adoptar por completo el teletrabajo, otras optaron por un modelo híbrido, mientras que hay quienes están volviendo de forma paulatina a la oficina.

Este año, con la estabilización de la situación sanitaria, varias compañías decidieron volver a las oficinas de forma voluntaria, complementando con la modalidad híbrida. A pesar de que la realidad está tambaleándose por el aumento de los casos positivos según lo informado por el Minsal, siguen existiendo lugares que priorizan el trabajo presencial o lo requieren, como los bancos con atención al público y otros servicios como centros comerciales y médicos. A fines de agosto, el Diario Financiero ya reportaba que varios estudios de abogados estaban regresando de forma paulatina, incluso con algunas firmas con el 100% de asistencia física.

La vuelta a esta rutina puede significar un aumento en los casos de estrés laboral, pues los hábitos de la modalidad telemática son diferentes a los que existen al asistir a la oficina. Para llegar al trabajo, es necesario levantarse más temprano, ducharse, vestirse y tomar desayuno antes de salir. También hay que considerar el taco, ya que el horario de ingreso puede coincidir en varios lugares, lo que se traduce en atochamiento vehicular y por lo tanto, demorarse más de 30 minutos o una hora, con el riesgo de accidentes automovilísticos, pues recordemos que hay personas que dejaron de conducir durante todo este tiempo.

Esto implica un gran cambio pues desde la casa, muchas de estas tareas no son fundamentales. Al mismo tiempo, la oficina ya no será igual: nuevas reglas, otras caras, algunos decidirán quedarse en el teletrabajo y habrá que ajustarse a horarios más estrictos. Esta nueva modificación en las rutinas podría empeorar nuestra salud mental, que ya se había acostumbrado al encierro.

Además, está el problema de la conectividad, pues el estar disponible 24/7 se hizo una práctica habitual este último año. Una solución sería contratar conexiones 3G y 4G en los dispositivos móviles, para así no perderse ninguna actualización camino a la oficina, aunque por supuesto, solo si se usa el transporte público, para no ocasionar accidentes de tránsito, y al mismo tiempo resguardando no sobre exigirse para evitar el estrés.

Esta hiperconectividad de la que nos hicimos parte gracias a la pandemia, es una herramienta que debe estar dirigida a la mejora de la calidad de vida de las personas y no al contrario, por eso hay que balancear la inmediatez de la conexión a distancia con los espacios de desconexión digital para volver a un contacto más estrecho con nuestros colaboradores. Por eso, es responsabilidad de las empresas invertir no solo en las herramientas tecnológicas sino en la generación de espacios para manejar dichas herramientas de forma adecuada.

Lo cierto es que las modalidades de trabajo están cambiando constantemente a medida que la pandemia va avanzando o retrocediendo. Algunas empresas decidieron adoptar por completo el teletrabajo, otras optaron por un modelo híbrido, mientras que hay quienes están volviendo de forma paulatina a la oficina. Si bien en D-Link hace tiempo que decidimos llevar nuestro modelo regional a una operación totalmente remota, es gracias a la misma tecnología que nosotros mismos proveemos y el estilo de operación que tenemos, lo que nos permitió limitar los problemas del distanciamiento social y convertirlo en una Cercanía Digital, lo que nos ha permitido llevar este modelo de colaboración a la realidad.

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