Estos programas de entrenamiento intensivo en tecnologías digitales tienen una duración aproximada de 3 a 6 meses, y pretenden colaborar con el cierre de la brecha de talento digital.
El mercado laboral tecnológico está cada vez más exigente y año a año, requiere más profesionales debido a la digitalización que se está impulsando en diferentes sectores como el retail, la banca y muchos otros. De hecho, de acuerdo al estudio “Pulso de Demanda de Empleos Digitales”, elaborado por el Observatorio Laboral del Servicio Nacional de Capacitación y Empleo (Sence), el 70% de las empresas tiene pensado contratar perfiles digitales durante el 2022.
Para Merly Blanco, Business Development Manager de Laboratoria, “los sistemas educativos y de formación tradicionales no son capaces de, por sí solos, dar respuesta rápida a la necesidad imperiosa de contar con talento digital para la nueva economía”. En la misma línea, según la Encuesta de Empresas del Banco Mundial de 2019, el 24% de las empresas en el mundo declaró que una fuerza de trabajo con educación inadecuada es una limitación importante para su crecimiento. En América Latina y el Caribe, sin embargo, esta cifra se eleva al 32%, la más alta de todas las regiones.
“El mercado laboral exige cada vez más, y de manera más rápida, talento digital, tecnológico y de programación que apoye una transformación económica acelerada en la región latinoamericana”, explicó.
Esta realidad se convirtió en terreno fértil para otras alternativas formativas, como los bootcamps, o programas intensivos de desarrollo de software. Estas escuelas de programación surgieron en el mundo el 2011 y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) las define como “programas de entrenamiento intensivo en tecnologías digitales con una duración aproximada de 3 a 6 meses, que están siendo ofrecidos por startups innovadoras del ámbito educativo, ya sea para la actualización y reentrenamiento de trabajadores, o como alternativa o complemento para jóvenes que buscan cursos técnicos y universitarios”.
De acuerdo con la experta de Laboratoria, “algunos de los beneficios que ofrecen los bootcamps son su capacidad de acceso a educación técnica para muchas personas, y la opción de responder rápidamente a la brecha de talento digital de la región. También, a diferencia de las universidades e institutos, que pueden tomar entre tres y cinco años de estudio a tiempo completo, los bootcamps suelen tener una duración de semanas o meses”.
“En Laboratoria creemos que es necesario democratizar el acceso a la información y sobre todo a la educación digital. Los constantes cambios e incertidumbre demuestran que se necesitan políticas y estrategias diferentes -ahora y a largo plazo- para reducir la brecha de talento en América Latina. Los bootcamps y programas no tradicionales son una alternativa para responder a estas demandas”, concluye Blanco.
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