El término Cloud dejó de ser un concepto desconocido para muchos. En los últimos años y a raíz de la pandemia, se ha acelerado la transformación digital y la reconversión de procesos a través de soluciones basadas en la tecnología y la denominada “Nube”.

Según el Informe Cloud 2021 realizado por Sapia Research, aplicado en 28 países, advierte que 88% de las organizaciones encuestadas afirmaron haber acelerado sus procesos de digitalización durante la pandemia.

Hoy los modelos de la cadena de suministro y otros conceptos que dábamos por sentado se han modificado y han emergido nuevos modelos de negocios, nuevas oportunidades de mercado y nuevas formas de trabajar.

Un reporte de McKinsey, “El futuro del trabajo después del COVID-19”, señaló que el comercio electrónico ha crecido de 2 a 5 veces más rápido que antes de la pandemia, y que cerca del 20% al 25% del personal en las economías avanzadas trabajarán en forma remota entre 3 a 5 días de la semana sin perder en productividad.

En este marco, la adopción de herramientas que permitan tener acceso a los sistemas de manera online y conectada con el resto del entorno corporativo es clave a fin de generar operaciones resilientes, ágiles, adaptables, escalables y así poder responder a las nuevas experiencias que está buscando la ciudadanía y organizaciones.

En este escenario, una estrategia bien definida, con meta claras y con un plan de cómo la organización llegará a la nube, resulta un factor esencial para prosperar positivamente en un mercado que exige digitalizar las operaciones para ser más competitivos y sobrevivir a oleadas de cambios.

Otro factor crítico en tanto es garantizar que se cuente con la estrategia adecuada de TI. En esa línea, de acuerdo con un estudio Accenture, el progreso de la madurez digital en las operaciones aumenta la eficiencia y los beneficios e incluso, incide en el aumento en 50% de la productividad, eficiencia y el crecimiento de las empresas.

Para, Volker Lafrenz, VP de Infor en Latinoamérica, resulta primordial que “las organizaciones se adapten a las condiciones oscilantes e incorporen soluciones basadas en la nube a las diferentes áreas de una organización. Sin tener que preocuparse por la infraestructura física del hardware y de la seguridad, pueden efectuar soluciones de punta para soportar los grandes cambios, respondiendo a las presiones del mercado y aprovechando las oportunidades para ser más competitivos”, destacó el ejecutivo.

“Contar con la visibilidad del desempeño del equipo y los ciclos de vida por medio de soluciones tecnológicas como la nube, permiten un planeamiento de la continuidad del negocio mucho más preciso y efectivo. En este escenario, la innovación y tecnología son un salvavidas económico y también un motor de crecimiento”, añadió.

Los beneficios de la nube son variados. Mayor automatización, escalabilidad de crecimiento, mayor seguridad para mitigar amenazas, agilidad para responder a las demandas cambiantes de los clientes y la habilidad para rápidamente adoptar nuevas innovaciones y mantenerse por delante de la competencia.

Asimismo, permite capturar, combinar y analizar fuentes de datos para brindar nueva visibilidad e identificar oportunidades de crecimiento. Y no hay que dejar de lado que estas soluciones son capaces de proporcionar acceso a recursos informáticos que son homologables y que pueden ser compartidos por diversas áreas de una misma empresa.

Con miras en la reactivación económica del país y teniendo en cuenta cómo muchas organizaciones han logrado realizar actividades esenciales durante la pandemia -desde la banca, retail hasta el mantenimiento y distribución- las herramientas digitales y de la nube se han convertido en grandes facilitadores y han manifestado que la noción actual del cloud no es una mera aspiración a futuro, sino más bien pasó de ser una ventaja competitiva y una necesidad para las empresas, que deben considerar en el núcleo del negocio.