La Organización de Telecomunicaciones de Iberoamérica explica que, en promedio, la participación del segmento de telecomunicaciones móviles fue de 62%, del segmento fijo el 22% y TV de paga el 16%.
La distribución de ingresos generados en el sector de las telecomunicaciones por segmento (fijo, móvil y TV de paga) en la región integral de Iberoamérica y Estados Unidos de América (EUA) durante el primer trimestre de 2016 (1T16), identifican variaciones por país en razón del grado de desarrollo y adopción tecnológica, nivel de competencia en los mercados, características geográficas del territorio y sociodemográficas de la población, entre otros factores.
Los ingresos de la región integral de Iberoamérica-EUA (IbAm-EUA) registraron en su conjunto una caída nominal anual de 1,7%, al alcanzar $164.003 millones de dólares durante el 1T16.
En la lectura de las siguientes estadísticas debe tomarse en cuenta la depreciación que registran diversas monedas de la región frente al dólar.
Aunado a ello, algunos países experimentan periodos inflacionarios importantes y/o cuentan con órganos estadísticos con reducida credibilidad al reportar niveles de precios, situación que dificulta el análisis y contabilidad de ingresos.
En el análisis que se presenta a continuación se describen las principales tendencias sobre países relevantes y de mayor ponderación en el total regional, y se resumen los principales resultados sobre la configuración de ingresos por segmento del sector de telecomunicaciones en la región de IbAm-EUA:
En promedio, la participación del segmento de telecomunicaciones móviles fue de 62%, de aquellas fijas 22% y TV de paga el 16%, entre los países analizados.
La variación en la participación de ingresos de telecomunicaciones fijas entre países, se debe a la relación entre la generación de ingresos del segmento, el desarrollo de infraestructura, así como la consecuente cobertura y acceso a los servicios fijos de telefonía y banda ancha.
Por ejemplo, en el caso de Nicaragua y Guatemala, la reducida contribución en ingresos del segmento fijo, frente a aquella de los servicios móviles, se debe a que se trata de países con niveles de adopción de servicios de banda ancha fija más bajos en la región, en razón de elevados precios y mala calidad del servicio, como resultado consecuencia del escaso despliegue en infraestructura.
Aunado a ello, estos países enfrentan entornos macroeconómicos desfavorables, situación que inhibe los incentivos a la inversión para la acumulación de capital.
La ponderación de las telecomunicaciones móviles en los ingresos totales supera aquella del resto de los segmentos en prácticamente todos los países.
Lo anterior se debe a que el servicio alcanza una mayor cobertura y asequibilidad en comparación con la telefonía fija, la TV de paga y la banda ancha fija. España es la única excepción en razón de su elevada adopción de servicios fijos.
Ingresos del Sector de Telecomunicaciones por Segmento, 1T16 (millones de dólares por país)
Fuente: The Competitive Intelligence Unit con información de órganos reguladores y operadores.
Países que registran una baja participación de ingresos móviles como España, Argentina y Brasil, alcanzan una mayor adopción de los servicios fijos debido a que se provee un mayor acceso a redes de comunicaciones fijas.
El segmento de TV de paga se caracteriza por ser el de menor participación en el total de ingresos de telecomunicaciones en los países de la región, excepto en Estados Unidos.
Este hecho se explica porque, a diferencia de la telefonía móvil, una suscripción al servicio cubre las necesidades de al menos un hogar entero, no así de un solo individuo.
Adicionalmente, la televisión de paga es un servicio menos asequible y que enfrenta una competencia creciente y directa con aquellos contenidos audiovisuales por internet.
La región integral de Iberoamérica-EUA (IbAm-EUA) registra una mayor participación del segmento móvil en los ingresos totales de telecomunicaciones, seguida de aquella correspondiente al segmento de telecomunicaciones fijas y la televisión restringida.
Cada país integrante de la región registra una configuración de participaciones distinta. Ésta se determina por el grado de accesibilidad, calidad y precio de los servicios.
Los factores anteriores dependen principalmente del nivel de desarrollo de infraestructura de cada país, así como de competencia en la provisión de los servicios, aplicación del marco regulatorio y el poder adquisitivo de los consumidores.
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