Es una realidad que cada vez más se usa el teléfono celular no solo para llamar o mandar mensajes, también para ubicarnos, llegar a un lugar, realizar transacciones, compartir información, y mucho más. Pero, muchas veces lo hacemos sin saber que todos estos datos quedan registrados por más que usemos sistemas de encriptación y otros mecanismos de seguridad. Hasta las redes wifi a las que nos conectamos quedan registradas en algún lugar.

Por eso, en los últimos días ha cobrado gran relevancia la palabra “georreferenciación” principalmente vinculada a teléfonos celulares. Y esto, por el valor que ha adquirido en los procesos judiciales, tanto para echar luz sobre un hecho delictivo como esclarecer la involucración de un implicado.

Pero, ¿a qué nos referimos cuando hablamos de georreferenciación? ¿Qué diferencia tiene con la geolocalización? En principio, debemos decir que mucha. La georreferenciación es la información que determina la ubicación de un elemento geográfico en particular, se obtiene a partir de un sistema de referencia de coordenadas en una imagen digital; esto quiere decir que permite situar en el mapa puntos concretos de la geografía, por eso el valor de su precisión. Mientras que la geolocalización es la identificación en tiempo real de la ubicación de un dispositivo conectado a internet o a la red celular (antenas).

El valor de la georreferenciación

Los datos georreferenciales hablan de la vida de las personas ya que permiten obtener información pormenorizada de sus movimientos, de los sitios que visitan, de los lugares por donde circulan, incluso de las redes wifi a las que se conectan. Toda esta información puede ser brindada por el dispositivo y puede ser usada para reconstruir el trayecto que se hizo. Esto abre grandes posibilidades para la investigación forense ya que permite elaborar mapas y reconstruir la actividad del dispositivo, localizar los puntos visitados (ya sea físicamente o a través de internet), y tanto más.

Pero, para que esto ocurra es necesario recurrir a las empresas prestadoras del servicio de telefonía, quienes por el momento en Argentina resguardan por un tiempo determinado las conexiones de los dispositivos, y a través de un “log” o registro guardan todas las conexiones que se hicieron a las antenas de telefonía celular donde está la georreferenciación.

Se puede solicitar esta información para llevar adelante el análisis que permite investigar la georreferenciación del dispositivo y obtener datos. ¿Y esto cómo se hace? El profesional no hace más que trabajar para buscar y encontrar datos o “huellas digitales” que puedan constituir una “prueba” o ayudar en la resolución de un acto delictivo, para así colaborar con el ámbito judicial y/o privado.

A partir de la utilización de técnicas y softwares específicos se puede reconstruir la actividad del dispositivo. La labor del perito justamente reside en adquirir, preservar, analizar, documentar y presentar la prueba digital. Es decir, llevar adelante la cadena de custodia que permita no viciar la prueba, evitando alteraciones, sustituciones o incluso destrucciones que anulen su validez probatoria. Por eso, el tiempo transcurrido entre el hecho y la intervención de un perito informático que lleve adelante el análisis del dispositivo, se vuelve fundamental.

Todo esto nos deja un aprendizaje: “todas las acciones que realizamos dejan nuestras huellas en algún medio digital”.

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