Cómo convertir a las pymes en autogeneradoras de energía

Cómo convertir a las pymes en autogeneradoras de energía

En Argentina la transformación de una matriz energética donde las fuentes de energía renovable ocupan menos del 2%, plantea un gran desafío en el que el actual gobierno parece haberse comprometido.

Desde la declaración del 2017 como “Año de las Energías Renovables”, a las metas que establece la Ley 27.191 – llegar al 8% de participación de fuentes limpias en la matriz energética nacional para fines de 2017, y al 20% en 2025 – junto con las exitosas rondas del Plan Renovar, los esfuerzos para dejar atrás la dependencia de los combustibles fósiles parecen multiplicarse.

Sin embargo, el impacto negativo del costo energético tras el aumento tarifario y los futuros incrementos anunciados por la cartera de Energía, ponen en jaque a uno de los sectores más dinámicos de nuestra economía: las pymes.

Las pymes explican en Argentina casi el 70% del empleo, el 45 % de las ventas totales de la economía y contribuyen al 44% del PBI. La posibilidad de la autogeneración de energía, luego de la reciente media sanción de la denominada “Ley de Generación Distribuida”, resultó alentadora para el sector y para todos los que reclamaban que debía correrse el eje de los grandes proyectos hacia los consumidores pequeños y medianos.

Pero para las pymes el problema recurrente de la falta de crédito, sumado al fantasma de los altos costos de equipamiento y a un plazo de recupero de la inversión demasiado prolongado, presentaban un escenario complejo para la conversión en “prosumidores” de energía.

Es decir, para transformarse en generadores de su propia, energía proveniente de fuentes renovables, con la posibilidad de inyectar y vender el excedente que produzcan en la red de distribución, tal como lo estipula la mencionada ley.

Ante la afirmación frecuente sobre la falta de competitividad debida a los altos costos y la demanda de incentivos financieros para hacerse de los equipos e instalarlos, algunos representantes del sector de las renovables comenzaron a pensar herramientas que permitieran la conversión de las pymes sin que esto representara una erogación imposible de afrontar.

Nosotros encontramos, en conjunto con algunos bancos, la posibilidad de hacer algo innovador, porque somos la primera empresa que utiliza esta herramienta: el leasing de los generadores solares. Es algo que genera muchas ventajas. En primer lugar, elimina el impacto financiero, porque el banco compra el bien y lo entrega en comodato o arrendamiento al cliente que lo va a utilizar”, explicó Pablo Alberto Greco, director de la empresa Hissuma Solar.

La empresa no  tiene entonces que desembolsar todo el dinero junto y lo puede pagar hasta en 60 meses. Además, uno está atando un sistema fotovoltaico a un crédito en pesos, a una tasa fija en pesos, durante 5 años. Es decir, que esa pyme compra un bien valuado en dólares y lo va a convertir  inmediatamente a un crédito en pesos y ese crédito se va a ir devaluando todos los años. Por lo cual el impacto de la tasa de interés tiende a ser nulo o casi nulo respecto de la devaluación del crédito”, agregó.

En segundo lugar, existe un beneficio impositivo, porque al ser un arrendamiento se computa como gasto deducible al 35% como anticipo del impuesto a las ganancias. Lo que neutraliza completamente la tasa de interés y le deja impacto positivo. Por último, le da a la pyme la ventaja competitiva de fijar un costo de generación, frente a las futuras subas de tarifas que ya fueron anunciadas. Es decir, la empresa puede así estipular el valor de su energía eléctrica para los próximos 25 años”, concretó.

Otra cuestión importante está dada por la eficiencia energética. Según la Agencia Internacional de Energía (AIE) las mejoras en eficiencia energética pueden incrementar el PIB entre 0.25 y 1.11% por año.

Así como también indican que países con sistemas energéticos deficientes pueden perder entre 1 o 2% de crecimiento anual debido a los apagones, sobre-inversión en generadores de respaldo, subsidios, pérdidas y/o uso ineficiente de energía.

En nuestro país las pymes conocen perfectamente esta situación y las pérdidas que pueden ocasionar los cortes y micro cortes de un sistema inestable o que no está preparado para responder a una demanda creciente de energía.

Existen muchos lugares de Argentina que son llamados punta de línea, es decir, donde la energía es inestable porque se encuentran al final del cable de distribución. En esos lugares, donde tienen energía inestable, colocar un generador solar sobre el techo hace que esa punta de línea se transforme en un sistema estable, sin tantas variaciones de tensión”, resumió el director de Hissuma Solar.

Con la ventaja de que además de mejorar la calidad del servicio, se genera un ahorro porque no hay necesidad de pagar el transporte de la energía hasta el punto de consumo”, concluyó.

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