Gemalto afirma que la migración hacia los pagos sin contacto ha sido una innovación poderosa que ha simplificado la experiencia del pasajero.
La capacidad de movilizar a un gran número de personas rápidamente ha permitido a las ciudades prosperar. Sin embargo, una vez que el sistema de transporte masivo está en funcionamiento, la gestión pública se enfrentan a un nuevo desafío: intentar que las redes funcionen tan eficientemente como sea posible.
En la Ciudad de Buenos Aires, Argentina, se posicionó al subte y al tren como el eje troncal del sistema de transporte, convirtiendo a las líneas de colectivo, el Metrobus y el sistema de bicicletas, en medios alimentadores. De esta manera, el Gobierno de la Ciudad, busca descomprimir el tránsito vehicular mediante un sistema de transporte público más limpio y eficiente,
En este contexto, la migración hacia los pagos sin contacto ha sido una innovación poderosa que ha simplificado la experiencia del pasajero. Argentina, es uno de los países que a través del sistema SUBE del Ministerio de Transporte de la Nación, emite tarjetas de pago sin contacto. A nivel mundial, han existido los boletos sin contacto por más de una década, pero recientemente han comenzado a incorporar el uso de la tarjeta bancaria y de crédito sin contacto para el pago del transporte.
En Londres, por ejemplo, desde que se añadieron a la red tarjetas de pago sin contacto, se han realizado más de 350 millones de viajes, lo que representa el 28% de todos los viajes bajo la modalidad de pago “pay as you go” en subterráneo y tren. Los pasajeros solo tienen que usar las tarjetas de pago que utilizan todos los días, sin necesidad de registrarse ni de llevar un boleto extra.
Además, como cada vez más sistemas de transporte adoptan los pagos móviles sin contacto, la comodidad es aún mayor. Cerca de 25.000 nuevas tarjetas se utilizan en la red todos los días. El impacto es tan impresionante que los autobuses en Londres ya no aceptan dinero en efectivo ni emiten boletos.
Cada vez más, los gobiernos, autoridades de transporte y empresas usan grandes datos y nuevas tecnologías para desarrollar nuevos métodos de transporte que reduzcan tanto la huella de carbono como la congestión vehicular. En Argentina, desde mayo, se dio de baja la clásica Subtepass (la tarjeta de cartón con banda magnética) y sólo se puede pagar los viajes con SUBE.
El objetivo de este cambio fue migrar a un sistema único de acceso con tarjetas sin contacto, más eficientes y ecológicas, que aprovechan la tecnología superadora de los soportes magnéticos actualmente disponibles. Lo mismo ocurrió un año atrás con los colectivos, siendo la tarjeta SUBE el único medio de pago aceptado en los colectivos de Capital Federal y el Conurbano.
La introducción de la tecnología de tarjetas inteligentes como las que provee Gemalto, está orientada a incrementar la seguridad y permitir su utilización en diversidad de pagos, como por ejemplo, en servicios de transporte.
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