LG G4
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- 23 de noviembre de 2015 21:30, hs.
Aunque las grandes operadoras aún no explotan sus estrategias de marketing para un uso masivo, prontamente se espera que esta tecnología sea llamativa para el usuario final.
La dependencia de un celular, dada su multiplicidad de funciones en beneficio de las personas, hace del servicio móvil un foco de negocio y un desafío en términos de estabilidad, fiabilidad y conectividad en todos lados.
El balance del 2022 fue categórico: 60 delitos al día y más de dos millones de personas desprovistas de conexión. Y es que vandalizar cables para la posterior extracción de cobre es uno de los delitos de moda que afecta a todos los ciudadanos.
La era de hiperconectividad exige un pensamiento integrado y sistémico para aprovechar la conexión entre las tecnologías digitales, los servicios públicos y las actividades económicas.
La revolución que supone el big data, la nube, internet de las cosas, IA, 5G, entre otras, funciona sobre arquitecturas y condiciones que, si no están dadas, no son explotadas de la manera correcta.
Según Nokia, serán cinco las tecnologías clave que debemos tener en cuenta para el 2023 en las telecomunicaciones.
Las cifras ya comienzan a demostrar las consecuencias de una práctica que perjudica a la economía digital y la vida normal de las personas. Y lejos de ser controlada, sus objetivos ya traspasan fronteras.
El sector funciona como matriz energética de las infraestructuras digitales de conectividad y aunque han respondido a la alta demanda con inversión, fibra óptica, 5G y reducción de la brecha de conexión, viven momentos desafiantes y decisivos.