La responsabilidad es un tema muy trillado. Algunas personas creen que la responsabilidad es culpa, otros creen que es “llegar temprano”. No obstante, la responsabilidad es algo distinto; sobre todo en los ambientes laborales modernos, donde muchas personas, al no tener claro lo que es realmente la responsabilidad, pecan de “irresponsables”.

“Es sumamente importante para un entorno de trabajo definir lo que es la responsabilidad” indicó Jairo Pinilla, director de Performia Colombia.

“La responsabilidad no es culpa. Es la voluntad y el deseo de asumir el estado de fuente y causa total ante un determinado problema. Ser responsable implica entender que uno causó la situación en la que se encuentra. Implica manejar la situación, y justificar las dificultades en factores externos. Implica hacer lo que se tiene que hacer para llevar algo a cabo, sin importar lo que cueste”, continuó.

Muchos empleados al no tener claro el concepto de responsabilidad aplican “la ecuación del empleado”: hacer al trabajo = no hacer el trabajo + justificación. En otras palabras, usted tiene dos opciones, 1) hacer su trabajo, o 2) no hacerlo, siempre y cuando justifique por qué. Y aceptar este tipo de equivalencia en su empresa lo llevará a la quiebra. Desafortunadamente, las justificaciones no pagan la nómina.

Utilizar la justificación como un escudo para defender bajos es la fórmula perfecta para el fracaso. Usualmente los empresarios exitosos entienden esto intuitivamente, y no doblan la rodilla frente a las dificultades. Pero la mayoría de personas no ve la vida de esta manera, y lo peor es que estos rasgos no se pueden cotejar en una entrevista convencional, y son pocas las tecnologías que pueden evaluar qué tan responsable es una persona.

El éxito de una organización se basa en gran parte en hacer entender a todos sus empleados el valor de la responsabilidad a la hora de entregar sus resultados, y no aceptar las justificaciones como reemplazo del trabajo bien hecho. Habrá muchas personas que simplemente no serán capaces de asumir este nivel de responsabilidad sobre su cargo, y en esos casos tendrá que evaluar si puede mantener a la persona en su empresa o no.

Entre más bajo sea su cargo, menos vital será su nivel de responsabilidad, y entre más productiva sea, más concesiones podrá hacer al respecto de este y cualquier otro problema que la persona presente. Después de todo, la productividad sigue siendo el factor más importante a la hora de contratar.

“Las empresas lamentablemente son incapaces de detectar si uno de sus nuevos integrantes tiene baja responsabilidad hasta que ya hayan pasado algunos meses en el cargo y hayan demostrado ser incapaces de entregar resultados adecuados consistentemente. Esto es uno de los factores que hace la prueba de Performia tan especial”, indicó Pinilla.

“Para ser responsable se necesita, antes que nada, saber qué es la responsabilidad. Y una vez alguien conoce esta definición, adquirirá automáticamente más control sobre ella. Y una vez tenga control sobre ella, podrá acercarse poco a poco a la idea de que el fracaso no es más que una excusa. Una excusa para no hacer lo que es necesario para llevar una cosa a cabo. Si logra que por lo menos sus mejores personas entiendan este concepto, su empresa tendrá un muy buen futuro”, concluyó el ejecutivo.

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