Nos hemos preocupado de desarrollar dispositivos eficientes en su consumo energético, sin sacrificar funcionalidades y beneficios para los usuarios.
Los productos electrónicos tienen un protagonismo cada vez mayor en la vida de las personas, y los fabricantes debemos asegurar que sean elaborados y manejados de acuerdo a los más altos estándares ambientales, a lo largo de toda la cadena de suministro, incluyendo su recolección y reutilización.
En la actualidad, existen países, principalmente en el hemisferio Norte, que nos llevan varios años de ventaja en esta materia, razón que llama a nuestro país a ponerse al día. Una respuesta concreta a esta problemática viene con la Ley REP (Responsabilidad Extendida del Productor), la que creemos, sin duda, será un poderoso estímulo para avanzar en esa dirección.
Esta normativa va a sistematizar los esfuerzos que algunas empresas, como la nuestra, venimos haciendo en forma voluntaria hace años en términos de reciclaje. En concreto, establece obligaciones a los fabricantes e importadores de productos prioritarios, de continuar a cargo de éstos incluso una vez terminada su vida útil.
¿En qué se traduce esta ley? En una mayor masa crítica, en más puntos de recolección y un sistema de información y trazabilidad que nos permitirá contar con mejor información y, por ende, diseñar los mecanismos más efectivos para aumentar la cantidad de productos recolectados y valorizados.
Como empresa de tecnología, nos hemos preocupado de desarrollar dispositivos eficientes en su consumo energético, sin sacrificar funcionalidades y beneficios para los usuarios. También, de utilizar materias primas amigables con el medio ambiente; de optimizar los empaques para reducir la huella de carbono y, por supuesto, de ocuparnos de ellos una vez que finalizan su vida útil. Lo anterior se traduce en programas de recolección de residuos en más de 60 países, incluyendo en Chile. Sólo un dato: durante 2014 reciclamos más de 290.000 toneladas de desechos electrónicos.
La clave para el manejo sustentable es que todos los actores de la cadena participen en forma activa. Esto no pasa sólo por la iniciativa de un productor, un retailer, o de la autoridad de forma individual. Se requiere que todos los involucrados, coordinadamente, aporten lo suyo para que el sistema funcione. Así, que los consumidores lleven los residuos al punto limpio, que las tiendas colaboren con la logística inversa y facilitando espacio en los puntos de venta para su tratamiento, entre otros gestos. Las municipalidades, ministerios, los recolectores de base y los gestores, todos tienen un rol central para que el sistema funcione.
Hemos conmemorado un nuevo Día Mundial del Reciclaje y nuestro mensaje apunta a que creemos vital ampliar la capacidad actual que tiene el país para manejar Residuos de Aparatos Eléctricos y Electrónicos (RAEEs). De esta forma, no sólo estamos cumpliendo con una normativa, sino que aportamos un real sentido a nuestro trabajo como compañía, a lo largo de toda la vida útil del producto. Para avanzar, es clave trabajar de forma coordinada y realizar un esfuerzo conjunto y un compromiso permanente con el ecosistema.
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