¡Recibido, cambio!

¡Recibido, cambio!
Hay muchos factores que contribuyen a que un ciclo de comunicación sea exitoso

Muchas veces se deja por sentado que la otra persona comprendió el mensaje que se le transmitió cuando no lo hizo.

La palabra es probablemente una de las habilidades más importantes desarrolladas a lo largo de la evolución humana. La transmisión de ideas ha sido vital para el desarrollo y avance de la humanidad en general. Sin embargo, si es usada de forma incorrecta, puede llevar a problemas que no podrían presentarse en otras especies.

Si se estudia cualquier conflicto, muy a menudo la causa gira de una manera u otra alrededor de la comunicación entre las partes. Es por ello que es tan importante comunicarse bien para dejar clara una idea. Los ambientes laborales no escapan de esta realidad: los errores en el cumplimiento de alguna orden, los trabajos mal realizado, y hasta las renuncias pueden ser producto de la incorrecta comprensión de una idea, o de un problema en la comunicación.

De manera que revisaremos uno de los elementos fundamentales para que se pueda dar lugar a una buena comunicación. Un elemento al que en Performia llaman “acuse de recibo”.

¿Qué es?

Desde una perspectiva muy básica, la comunicación es la acción de transmitir una idea desde un punto A hasta un punto B, con la intención de que esta sea comprendida. El acuse de recibo es la acción final en este ciclo, con ella se confirma que se recibió la idea y se cierra el ciclo de comunicación: “¡Listo!” “Gracias”, “Ok”, “Entiendo”, etc…

Aunque parezca algo trivial, en realidad no lo es. Muchas veces se deja por sentado que la otra persona comprendió el mensaje que se le transmitió cuando no lo hizo, de lo que fácilmente surgen problemas en la ejecución de órdenes, o conflictos interpersonales.

Basta solo con preguntar ¿entendiste? para saber si una persona duplicó la idea que querías transmitir. No es difícil, y toma 5 segundos. Y el solo recibir esta confirmación cierra apropiadamente el ciclo, y hace entender a ambas partes que todo quedó entendido. Para las personas que manejan personal, inculcarle a sus subordinados la costumbre de acusar recibo le ahorrará incontables dolores de cabeza, palabras mal interpretadas, y órdenes sin cumplir”, explicó Jairo Pinilla, director Ejecutivo de Performia Colombia.

El ciclo de comunicación

Evidentemente hay muchos factores que contribuyen a que un ciclo de comunicación sea exitoso. El interés del que escucha y la intención del que habla, que las palabras sean entendidas en ambos lados, etc… Pero el acuse de recibo es probablemente el elemento más ignorado de todos los elementos que componen el ciclo de comunicación, y es por eso que merece que lo resaltemos aquí.

Ahora, hay dos maneras de utilizar esta información: Comenzar a estresarse porque las demás personas no dan acuse de recibo, y repartir regaños. O tomar las cosas en sus manos, y asegurarse -primero que todo- de comenzar a dar buen acuse de recibo usted mismo.

El buen acuse de recibo es casi mágico. Muchas personas no están acostumbradas a recibir confirmación de que se les escuchó, y aunque puede que no entiendan exactamente porqué, si usted se asegura de darles buen acuse de recibo, sentirán que algo extraño sucede cuando hablan con usted. Y se sentirán muy bien”, comentó Pinilla.

Cabe aclarar que el acuse de recibo no implica estar de acuerdo. No estamos diciendo “tienes razón”, estamos diciendo “comprendo lo que dijiste”. Sólo estamos confirmando que se ha recibido y entendido aquello que se nos transmite. Y como los buenos acuses de recibo cierran los ciclos de comunicación, evitan que el interlocutor mantenga su atención puesta en un ciclo que no se ha cerrado y desgaste su energía.

Piénselo, cuando usted le dice algo a alguien, ¿le gustaría saber si lo escucharon y comprendieron? ¿Sí, verdad? Bueno, hágalo usted también. Y puede que descubra que su entorno comenzará a cambiar.

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