Hace algunos días, el jefe de la División de Empresas de Menor Tamaño, Felipe Commentz, señaló que alrededor del 70% de las pymes en Chile corren riesgo si no implementan herramientas digitales en su negocio. A pesar de lo anterior, menos del 3% de ellas están adoptando tecnologías, y su promedio de gasto en este ítem bordea los 100 mil pesos al año. Una realidad que preocupa y que vale la pena relevar sobre todo en el contexto de la Semana de la pyme.

Porque el problema está en que, si bien tanto expertos como emprendedores coinciden en la importancia de digitalizar el negocio, muchas veces hacerlo no está al alcance de todos. Las micro, pequeñas y medianas empresas se enfrentan a distintas dificultades cuando toman la decisión de implementar nuevas y distintas tecnologías.

En este sentido, un sitio web, que para muchos es el desde, para otros se convierte en un desafío que es difícil de superar, lo anterior, sin mencionar el uso de tecnologías más avanzadas como lo es, por ejemplo, la instalación de un software.

En el país, muchos lo han entendido y si bien estamos avanzando con talleres como Digitaliza tu pyme -organizado por el Ministerio de Economía junto a otras entidades y cuyo objetivo es capacitar a emprendedores- aún nos falta mucho, sobre todo considerando que las pymes son uno de los principales empleadores del país.

Querer un Chile desarrollado, será solo una ilusión si no entendemos la importancia de que todas las empresas, independientemente de su tamaño, se suban a esta transformación digital. Una transformación que no solo les permitirá mantenerse en pie, sino que también les abrirá las puertas para evaluar nuevas alternativas de negocio, además de permitir el acceso a más y mejores oportunidades.

Las fintech son solo un ejemplo de los beneficios que las tecnologías pueden entregar, democratizando el acceso al financiamiento, permitiendo conseguir créditos con menores tasas a través de un sistema digital, o el uso de aplicaciones exclusivas para cada negocio que permiten a pymes poder controlar el negocio incluso desde un smartphone. Y como éstos, hay muchos otro más.

De cara a la revolución 4.0, el foco de todos, tanto desde el gobierno, como de la academia y las empresas, debiese estar en cómo podemos trabajar y qué debemos hacer para que día a día el número de pymes digitalizadas en el país crezca, poniendo en el centro de las estrategias la capacitación y la entrega de herramientas que permitan el correcto desarrollo de cualquier emprendimiento y negocio. Solo así, lograremos un país más desarrollado.

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