Propuestas para solucionar el tabú del dinero

Propuestas para solucionar el tabú del dinero
Hablar de inversiones o de dinero es, en definitiva, un tema tabú.Alan Mac Carthy, CEO de Front

mI recomendación es que las personas sean curiosas y se mantengan atentas.

Las inversiones, y el concepto de dinero en general, no tienen buena prensa. ¿Cuántas veces hemos escuchado hablar de dinero o inversiones en ámbitos sociales? Si lo hemos hecho es probable que haya sido para criticar a quién “ostenta” y presume de esa condición.

En ese sentido, tal vez hayamos experimentado ansiedad o vergüenza cuando tuvimos que hablar sobre ingresos, patrimonio neto y otros temas de dinero. Muchas parejas preferirían hablar sobre sexo o infidelidades en lugar de cómo manejan las finanzas familiares o cuánto dinero ganan.

Hablar de inversiones o de dinero es, en definitiva, un tema tabú.

Podríamos ahondar en las razones de por qué esto sucede, aunque ese no es el espíritu de esta nota. La realidad es que conocer y hablar de finanzas, al contrario de lo que se cree, puede ser un mecanismo para reducir la desigualdad.

Lo cierto es que, cuanto más hablemos de dinero (compartiendo dudas o experiencias en el manejo de las finanzas personales), más educados financieramente estaremos. Y eso puede activar un círculo virtuoso en el cual poner el tema en la mesa contribuye a reducir la brecha social.

Dicho de otra manera, ser pobre y sin educación financiera es aún más costoso. Conocer cómo manejar el dinero, por el contrario, nos permite alcanzar libertad financiera.

Entonces, dicho esto, ¿qué podemos hacer para contribuir en este cambio de paradigma y hablar adultamente de un tema que escondido debajo de la mesa no aporta ninguna solución? A continuación, dejamos una serie de aportes que, esperamos, colaboren en el desarrollo de una conversación más abierta y madura respecto al tema del dinero y las inversiones.

Transparencia

El primer paso es admitir que es lo que sabemos y lo que no sabemos sobre el dinero, y para eso uno tiene que ser transparente (aunque cueste).

Necesitamos hablar del dinero para aprender a gestionarlo. Mientras más discutamos nuestras situaciones y las aceptemos o trabajemos para mejorarlas, será más saludable nuestra relación con el dinero.

Esta transparencia también permite darnos cuenta de otras realidades, y de tener información lograr mejores resultados. Por ejemplo, ¿cómo puede saber una mujer si le están pagando lo mismo que a un hombre a no ser que tenga un amigo que se lo diga?”. Reducir la brecha de género es, también, una cuestión de eliminar el tabú del dinero.

Lo mismo sucede a la hora de pedir un aumento. Si uno sabe lo que se paga en el mercado por un trabajo similar eso puede servir de incentivo para animarse a plantear una actualización salarial.

Hablar en pareja

Muchas parejas no hablan de dinero, o tardan demasiado en hacerlo. Generalmente es una de las partes quien toma las decisiones económicas, pero en la práctica es la otra quien todos los días maneja los gastos del hogar.

Poder definir un presupuesto en pareja, es recomendable no consumir por fuera de las capacidades lo cual permitirá ahorrarnos discusiones. Si ambos sabemos con cuánto capital contamos para los planes futuros, mejor organizados vamos a poder estar en el porvenir.

Establecer una meta

Poder ser transparente y hablar en pareja nos tiene que servir para poder establecer metas, lo que nosotros llamamos en Front “objetivos de ahorros”.

Está comprobado que la psicología juega un rol clave a la ahora de ahorrar e invertir. No somos máquinas que están buscando todo el tiempo maximizar beneficio como enseñan en las facultades de economía, sino más bien somos seres irracionales que están dentro de un contexto y estamos guiados por emociones.

Estas emociones deben ser controladas, y para ello es muy importante tener una meta a corto, mediano y largo plazo. Estas metas tienen que servirnos para que, al momento de poner nuestros ahorros a trabajar, no estemos preocupados por subas y bajas del mercado del dia a dia, y podamos mentalizarnos en el plazo de nuestro objetivo.

Un consejo es que si uno intenta sentirse más cómodo con el dinero, es útil rodearse de personas que están en la misma situación, que quienes tienen objetivos similares y que estén dispuestas a hablar acerca de esos objetivos.

Tomarse un tiempo para educarse

Cuanto más sepamos sobre ahorro e inversiones, más confiados nos sentiremos a la hora de hablarlo. Este último punto cruza los otros 3, ya que la educación financiera nos abre un nuevo mundo y como mencionamos al principio, genera un círculo virtuoso de mayor conocimiento, confianza y rompe el tabú.

Hoy en día existen múltiples cursos y talleres gratuitos (como la academia o el podcast que desarrollamos en Front) que nos dan herramientas básicas para animarnos a dar el primer GRAN paso a la hora de poner nuestros ahorros en movimiento.

Mi recomendación es que las personas sean curiosas y se mantengan atentas. Entender conceptos como “tasa de interés”, “fondos comunes de inversión” o “broker” son cuestiones fundamentales para la puesta en marcha de los objetivos de ahorro.

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