“Por lo general los líderes en las empresas, le dan más atención a las personas que tienen problemas y no cumplen con sus metas, a los que se equivocan, cometen errores y se accidentan (a los que crean los “chicharrones”), que a las que son muy productivas. La verdad es que esto en un gran error, ya que estamos premiando bajas estadísticas y a la vez castigando altas estadísticas con nuestra atención”, explicó el director de Performia Colombia, Jairo Pinilla.

Lo primero que debe saber es que los premios y las sanciones solo deben aplicarse con base en los resultados de los trabajadores. Para ello debe manejar indicadores de gestión en su empresa, de esta forma sabrá verdaderamente quién es productivo y quién no. Muchos creen que para que una persona produzca primero hay que motivarla, cuando es todo lo contrario, lo que da resultado es premiar a las personas después de que han cumplido las metas.

No se deje llevar por los rumores

Primero observe y después escuche, solo crea en lo que pueda comprobar. Este punto es muy importante, ya que usted puede perder personas muy productivas en su empresa por comentarios, suposiciones o chismes malintencionados. Si alguien llega a usted con una información negativa acerca de otra persona, compruebe que realmente es así, y confronte a esta persona con quienes tenga que hacerlo para aclarar ciertas situaciones, que pueden ser poco saludables para su empresa.

Solo después de esto tome decisiones, usted no sabe realmente con qué intenciones este tipo de comunicaciones llegan a sus oídos. Siempre mire las estadísticas (resultados verdaderos) de quienes se quejan y compárelos con las estadísticas de la víctima de las quejas del primero. ¡Se llevará sorpresas!

Felicite en público, regañe en privado

“En Performia manejamos esta política, ya que uno atrae del universo lo que premia con su atención, si usted constantemente reprende a una persona en público por sus problemas, atraerá más problemas. Pero si, por el contrario, felicita a los más productivos en público, los demás querrán estar en la posición de ellos y usted entonces recibirá buenos resultados”, acotó Pinilla.

Si tiene que llamar la atención de una persona, llámela en privado, con mucho respeto pregúntele ¿qué va a hacer para que la situación o los resultados mejoren? Pídale un plan de acción para esta gestión, y exíjale que lo cumpla. Castigar a los culpables o maltratar no trae resultados positivos.

Haga del trabajo un juego

Premie a su equipo cuando llegue a las metas establecidas, haga del trabajo un juego. Establezca reglas, tiempos de entrega, explique las barreras y que los ganadores siempre tengan su premio. Este puede darse de muchas maneras, a través de actividades recreativas, beneficios o simplemente bonificaciones.

Lo más importante es lograr que con esta gestión las personas se sientan verdaderamente motivadas, que quieran ir a trabajar cada día, y que tengan un propósito más allá que cumplir con sus compromisos económicos. Todo esto se ve reflejado en los resultados, ya que la actitud de un individuo puede determinar su éxito en su vida personal y laboral.

“La gestión de un líder encamina la labor y productividad de un equipo de trabajo, construya su empresa basado en políticas justas, cumpla con lo que promete y contrate, ascienda, degrade o despida con base en estadísticas. Los premios y las sanciones se aplican con base en hechos reales y verificables, no en rumores o comentarios”, finalizó Jairo Pinilla.

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