Mujeres en tecnología, ¿y si damos vuelta la página?

Mujeres en tecnología, ¿y si damos vuelta la página?
Hoy es el momento de establecer un equilibrio y relucir las cualidades que tenemos.Alejandra Rojas, gerente de Operaciones de Negocios de Adexus

La tecnología debe ser un activo para las mujeres y un habilitador importante para mantener nuestra consabida capacidad de cumplir con varias tareas a la vez.

Espero que la presencia o ausencia femenina en tecnología y en ciertas áreas de estudio, de la industria y del consumo deje de ser “tema” en un futuro cercano. Después de esta pandemia y de ver el comienzo del fin de varios paradigmas, quisiera que el discurso de la desigualdad de género quedará obsoleto, al menos en este ámbito.

Con esto no quiero desatender cifras ni estadísticas que dan cuenta de una realidad heredada, donde se evidencia que las mujeres en las áreas de ciencia y tecnología son una minoría en nuestro país. Según datos de la Asociación Chilena de Empresas de Tecnologías de la Información, la participación femenina en TI es de un 5%, mientras que, en países como Estados Unidos, en los que todavía la participación femenina es baja, las mujeres representan cerca del 20%.

Las cifras son importantes pero las circunstancias también, y hoy es el momento de establecer un equilibrio y relucir las cualidades que tenemos, por mencionar algunas: amplio manejo de habilidades blandas, inteligencia emocional bien desarrollada, alto nivel de responsabilidad, honestidad y empatía, lo que nos hace altamente competitivas en cualquier mercado. Los nuevos liderazgos requieren este tipo de cualidades, el bien común y las confianzas se construyen de manera fluida cuando existen personas con estas características en cargos relevantes.

Esto lo han identificado empresas de consumo, el retail, la banca y las instituciones financieras, donde la presencia de mujeres supera el 50%, incluyendo cargos gerenciales y ejecutivos. Según expertos en reclutamiento, los equipos de retail están siendo liderados en un 42% por mujeres, porque esa industria está llena de detalles y el género femenino, al ser más minucioso, ha logrado crecer en puestos estratégicos dentro de las compañías.

Demos vuelta la página y aprovechemos el “momentum” para cambiar el discurso de la desigualdad. Es cierto, la participación ha sido y sigue siendo baja, pero hoy podemos ser parte del mundo digital, somos de hecho las principales consumidoras de tecnología y sin duda quienes mayor dependencia podremos llegar a tener de la misma, en la medida que nos permita dejar atrás tareas rutinarias y domésticas, tan arraigadas a nuestro género.

La tecnología debe ser un activo para las mujeres y un habilitador importante para mantener nuestra consabida capacidad de cumplir con varias tareas a la vez, sin descuidar la calidad ni la pasión, ni el compromiso que podemos a todo lo que hacemos.

Siendo la tecnología nuestro habilitador, no sólo debemos consumirla, también debemos tener una participación más activa en su diseño, desde una perspectiva femenina, adicionando toda la practicidad y sentido de realidad que tenemos bien desarrollados.

Esto requiere vencer prejuicios arraigados en los educadores que desincentivan el estudio de ciencias y carreras de ingeniería, robótica, física o matemáticas en niñas y por lo tanto intervienen negativa y sesgadamente en sus vocaciones. Este es un punto de partida relevante, para incorporar mujeres en STEM (sigla en inglés para referirse a la ciencia, la tecnología, la ingeniería y la matemática) y en la innovación.

Así como históricamente hemos desempeñado roles relevantes en salud y en la sociedad, teniendo una presencia mayoritaria en carreras como enfermería y docencia, en nuestras propias manos está hacer este cambio, visualizando a la tecnología y la digitalización como un medio capaz de salvar vidas y cambiar sociedades. Depende de nosotras, ¡demos vuelta la página ahora!

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