México debe aumentar su inversión en educación y capacitación

México debe aumentar su inversión en educación y capacitación
Existe un desafío continuo en referencia a la presencia de diversidad de género en las organizaciones.

Si tiene por objetivo que su economía crezca, pues empeora su puntaje total respecto a 2017.

El indicador de flexibilidad laboral en México ha mejorado en relación al 2017 (7.1 vs 7) pero sigue siendo un principal factor de obstáculo para alcanzar una alta productividad en México.

Tal y como indica el estudio Índice Global de Habilidades 2018 de Hays, la séptima edición de un reporte desarrollado en colaboración con Oxford Economics, en México, la escasez de habilidades y la presión salarial, sobre todo en industrias de alta especialización, empeorará a medida que los avances tecnológicos continúan acelerándose.

Tanto el nuevo gobierno, como los empleadores y los colaboradores deben aprovechar las nuevas oportunidades que brinda la era digital y priorizar la educación y la capacitación para que la competitividad del país crezca y obtener una fuerza laboral preparada para el futuro.

Desafortunadamente, existe un desajuste importante ya que una gran parte de la población mexicana no cuenta con estos recursos para su educación.

El informe de este año: “Invertir en las habilidades del mañana: evitar una crisis de habilidades en espiral” analizó la situación del mercado laboral en 33 economías de todo el mundo, evaluando las dinámicas en cada mercado laboral local. Este índice califica a los países en un rango de entre 0 y 10, siendo 5 el nivel de equilibrio en el mercado laboral, mostrando que las organizaciones no experimentan falta de talento especializado ni problemas en ofrecerles oportunidades laborales.

A nivel global, el Índice destaca el grave impacto económico causado por el “rompecabezas de la productividad global”, que indica que muchos países de Europa, Medio Oriente y las Américas no alcanzan el crecimiento económico esperado debido a los bajos niveles de productividad.

Lo más preocupante es que este estancamiento puede ser parte de una tendencia a largo plazo; el resultado de factores macroeconómicos como el envejecimiento de la población; una recesión en el comercio mundial; y la reducción de la inversión en educación y formación.

Finalmente, el estudio también presentó un patrón de reducción de las brechas salariales entre los empleos menos calificados y las ocupaciones más calificadas, que puede conllevar a una disminución de los niveles de desigualdad salarial en todo el mundo.

La investigación mostró que la brecha salarial de género persiste. En este punto, se reveló que las mujeres tienen menos probabilidades de participar en el mercado laboral que los hombres y, cuando lo hacen, tienen menos probabilidades de encontrar un empleo calificado.

¿Cómo está la economía mexicana frente al mundo?

Hallazgos locales en el Índice Global de Habilidades 2018:

En 2017, la economía mexicana creció un 2,3%. Este aumento fue más lento que en los dos años anteriores. En términos de desempleo, si bien la tasa de desempleo juvenil se mantiene muy por debajo de la de la Unión Europea, un gran número de adultos jóvenes se han desanimado a buscar trabajo. Esto puede tener un grave impacto en la economía futura del país.

México ha empeorado su puntuación total respecto al 2017 (5.7 en 2018 vs. 5.5 en 2017). Este puntaje significa que la brecha de talento ha crecido. Los empleadores no encuentran talento calificado para cubrir posiciones especializadas.

El país ha aprobado una serie de leyes y reformas desde que empezó la primera edición del informe en 2012, y que ha contribuido un poco a la flexibilidad del mercado laboral. Sin embargo, todavía existe un gran desajuste de talento.

Esto provoca que queden cientos de vacantes para puestos de sectores especializados sin cubrir, porque el mercado no está ofreciendo profesionales con las habilidades que se demandan.

El indicador más preocupante sigue siendo la presión salarial en industrias de alta especialización, como energía, telecomunicaciones, tecnologías de la información, aeroespacial entre otras, lo cual le resta competitividad al país.

El informe también indica que existe un desafío continuo en referencia a la presencia de diversidad de género en las organizaciones. México cuenta la tercera tasa más baja de participación femenina de los 33 países que se analiza en el Índice.

Mejorar la igualdad de género en el lugar de trabajo es importante no solo para lograr objetivos sociales, sino también para el crecimiento económico.

La inversión en México sigue estando limitada por la alta incertidumbre en torno al resultado de las negociaciones en curso del Tratado de Libre Comercio de América del Norte y los planes del nuevo Gobierno. El consumo privado ha apoyado el crecimiento, a pesar de que la inflación erosionó los salarios durante el año. En relación al mercado laboral, a pesar del aumento de la tasa de desempleo a largo plazo, todavía existen tasas bajas de participación femenina y un desajuste cada vez mayor de las habilidades”, comentó Axel Dono, Country manager de Hays México.

Las predicciones del mercado son positivas, ya que la formalización laboral sigue siendo sólida y el país tiene una de las fuerzas laborales más jóvenes y trabajadoras del mundo. Para lograr un crecimiento inclusivo en productividad y competitividad, México tendrá que aumentar la inversión en educación para obtener una fuerza laboral altamente preparada, especialmente para el futuro digital.”, agregó.

En concreto, la calificación de México por indicador es: Flexibilidad de educación (4.9), Participación de mercado laboral (4.7), Flexibilidad de Mercado Laboral (7.0), Desajuste de Talento (5.6), Presión Salarial General (4.9), Presión Salarial en Industrias Altamente Cualificadas (9.6), Presión Salarial en Ocupaciones Altamente Especializadas/Cualificadas (2.9).

Recomendaciones a la acción:

El Índice Global de Habilidades 2018 ofrece una serie de recomendaciones que esbozan algunas soluciones prácticas para abordar los retos del mercado laboral en México:

1) Focalizar la inversión gubernamental en educación y capacitación para que, en un futuro próximo, el país cuente con talento con las habilidades necesarias que requiere una economía digital y cambiante.

2) Asegurar que los trabajadores estén preparados para la disrupción tecnológica revisando fundamentalmente los programas de capacitación y educación existentes.

3) Aceptar la diversidad en todas sus formas en los lugares de trabajo, no solo porque es lo correcto, sino porque tiene sentido para los negocios.

Ultimas Noticias

Dejar su comentario sobre esta nota

Su direccion de correo no se publica. Los datos obligatorios se encuentran identificados con un asterisco (*)