Durante años hemos estado propugnando en el mercado la importancia del BI y la analítica pervasivos para generar más ingresos y mejorar la atención al cliente. Nosotros consideramos que estas tecnologías se han de implantar dentro del modelo de negocio de cualquier organización, en lugar de en sus centros de coste. Pero déjeme explicarle el por qué de su relevancia.

Si nos adentramos en el informe de Gartner, podremos inferir que la digitalización va ganando enteros en la agenda del CIO. Este directivo espera que durante los próximos 5 años los ingresos procedentes de las ventas digitales de su organización aumenten, como media, del 16% al 37%. En una evolución similar, los CIOs de las entidades gubernamentales consideran que sus procesos digitales crecerán del 42% actual al 77%.

Por digitalización entendemos más datos. Y cuando ese volumen creciente de datos se gestiona de manera adecuada, termina transformándose en más conocimiento, más oportunidades de negocio y mayores ingresos. En este punto es donde el BI y la analítica juegan un papel determinante, ahí donde de produce el proceso de conversión de un dato en bruto a una información de valor. Y si seguimos avanzando, podremos industrializar esas informaciones, esas conclusiones hasta llegar al punto de poder monetizar los datos. En este extremo recala el gran valor que el CIO otorga al BI y a la analítica.

Entusiasmo, pero con reservas

Como indica el informe, “cerca del 40% de los CIOs consideran que ellos han de ser los líderes de la transformación digital de sus empresas”. Y aunque destacan la importancia crucial de estas tecnologías para hacer realidad ese objetivo ulterior, recelan de cómo hacerlo, ya que durante años las compañías no han sabido cómo alcanzar el retorno de la inversión realizado en torno a las plataformas de inteligencia de negocio. La distancia entre expectativas y realidad es todavía amplia.

En mi opinión, nos encontramos en la senda correcta para por fin materializar los beneficios del BI y la analítica. Y el motivo radica precisamente en que los CIOs están siendo los encargados de liderar la digitalización de los procesos operacionales. Por primera vez el CIO se está convirtiendo en el dueño de los procesos de negocio. En el plano físico estos procesos han estado durante años desvinculados de la analítica. Pero la digitalización va a permitir combinar ambos elementos.

Esta integración traerá consigo más eficiencia, ahorro de costes, márgenes mejorados y nuevas fuentes de ingresos. Naturalmente, las tecnologías de BI y analítica tendrán que evolucionar para ser más amigables y cercanas al concepto de “app store”. Con todos esos ingredientes, la digitalización empresarial estará mucho más cerca.

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