Las apariencias engañan

Las apariencias engañan
Si usted tiene la máscara puesta todo el tiempo, cuando la presión la quiebre, su verdadera personalidad saldrá.

Muchas veces actuamos conforme a una idea de cómo deberíamos ser ante una situación, aunque esto no siempre se acople a cómo nos gustaría actuar.

El “cómo deberíamos actuar” nos estipula formas en las que deberíamos manejar situaciones y cumplir las expectativas de lo que “se espera de nosotros” en la sociedad.

Y lo cierto es que en situaciones controladas y sin presión o estrés, cumplir estas expectativas es posible. Pero, si la situación se vuelve difícil, de alguna u otra forma nuestros estándares de cómo “deberíamos hacer las cosas” se ven afectados.

Salirse del patrón establecido puede, dependiendo de la persona, devenir en ataques de ira, introversión y depresión, miedo, inacción, pánico, etc.

Estos indicadores son el pan de cada día en todo espacio y para todo el mundo, sobre todo en los ambientes laborales y especialmente los de alto rendimiento y mucha presión.

Perder el control es, en cierta medida, natural en todos los seres humanos. Tenemos arraigado un fuerte impulso para “hacer lo correcto” y cuando os factores externos hacen que pierdas el control de una situación y no hagas lo que consideras correcto por más que quieras, explotar es, en cierta manera, lógico.

Sin embargo, debemos entender que los impulsos por cumplir con las expectativas que la sociedad espera de nosotros, muchas veces distorsionan la imagen objetiva de nosotros mismos. Podemos llegar a creer que somos lo que aparentamos ser hasta que nos colocan bajo presión.

Es por ello que convencernos de que somos nuestra máscara social es inconveniente. Nuestra máscara es nuestra máscara, nada más. A veces es necesario ponérsela, pero no se confunda. Ese no es usted.

Y si usted tiene la máscara puesta todo el tiempo, cuando la presión la quiebre, su verdadera personalidad saldrá como agua hirviente de un géiser, quemando a los que no estén preparados para ella.

¿Qué hacer entonces?

No hay una sola respuesta aplicable para todo el mundo. Pero un gran paso en la dirección correcta se puede dar simplemente entendiendo nuestra personalidad para no sólo saber cómo somos, sino también por qué somos así.

El U-Test de Performia cumple esta función muy bien, al mismo tiempo que le enseña esto mismo al reclutador. Y entender y conocer su propia personalidad le da lo primero que necesita para comenzar a manejarse mejor, y conocer la personalidad de sus colegas es básico para poder convivir y trabajar bien con ellos.

Entendemos que no podemos basarnos sólo en la impresión al momento de reclutar a una persona para un puesto en específico. La sola existencia de una máscara social debería dejar esto sumamente claro. Uno como ejecutivo se ve muy influenciado por la manera en la que se viste un candidato en una entrevista”, indicó Jairo Pinilla, director de Performia Colombia.

Pero, como reclutadores debemos saber que cada posición requiere ciertas características más allá de las que podamos descubrir en una entrevista. Y esto precisamente es lo que hacemos en Performia”, agregó.

Personalidad: ¿buena o mala?

Debemos aclarar que, con unas pocas excepciones, no existen tales juicios de valor como “bueno” o “malo” para la personalidad de alguien. Lo importante es analizar a las personas para comprobar su compatibilidad con un cargo.

La idea es contratar a alguien cuya personalidad le ayude con el desempeño del cargo que desarrollará. Una persona introvertida no podría desempeñarse efectivamente en el área de atención al cliente, pero, puede tener un excelente potencial en el área de archivos de documentos.

Una persona lenta y perezosa no sirve como corredor de bolsa, pero si cumple un par de condiciones adicionales, puede ser ideal para ser el vigilante de una joyería.

Muchos detalles se ocultan bajo la máscara social, sobre todo cuando el entrevistado está ansioso de conseguir el puesto, y particularmente si es una persona que sabe que se espera de él.

Escudriñar bajo la máscara social nos ayudará a evitar contratar una persona con mala actitud para el área de atención al cliente, por ejemplo, trayendo como consecuencia pérdida de clientes por mal servicio, un eventual despido, y una gran pérdida de tiempo y dinero para la empresa.

Tener una herramienta imparcial que nos ayude a descifrar la máscara social de los candidatos; que nos alerte oportunamente sobre las cosas que se ocultan en su personalidad (que humanamente podríamos pasar por alto), es realmente un factor esencial al momento de reclutar personal. A menos de que le guste comprar gato por liebre, claro”, concluyó Pinilla.

Ultimas Noticias

Dejar su comentario sobre esta nota

Su direccion de correo no se publica. Los datos obligatorios se encuentran identificados con un asterisco (*)