La promesa del metaverso

La promesa del metaverso
Se estima que, dentro de una década, el metaverso podría aportar u$s 3.000 millones, un 2,8 % al PIB mundial.

Qué están haciendo hoy las marcas y cómo se están preparando para adaptarse a esta transformación que ya comenzó y no se detendrá.

El término metaverso no es nuevo; sin embargo, hoy estamos viviendo un momento de explosión, una nueva realidad que cambiará nuestras vidas para siempre. Se trata de un movimiento hacia lo nuevo y desconocido que al ser humano le inspira sentimientos y actitudes diversas. En este informe LLYC analizó, entre otros temas, el papel de las marcas en esta transformación, la millonaria inversión realizada en la industria del metaverso, lo que nos depara un futuro no tan lejano y una serie de recomendaciones que las empresas pueden adoptar durante el proceso de cambio.

Metaversos y mundos inmersivos

¿Qué es un metaverso? Sin existir un consenso, y asumiendo que es un concepto líquido que irá evolucionando, tomamos la definición de metaverso de Oscar Peña, de 2022, que habla de una representación tridimensional, inmersiva y conectada de internet. Un universo virtual persistente (seguirá existiendo estemos o no en él), social (podemos relacionarnos e interactuar con otros) y descentralizado (no están en manos de una única entidad o plataforma), en el que los consumidores son capaces de saltar entre diferentes experiencias virtuales, o entre la representación virtual y real del mundo físico.

Así, el metaverso nos ofrecerá experiencias inmersivas mejoradas desde cualquier dispositivo (tablets, móviles o gafas) y podremos hacer casi cualquier cosa que se pueda realizar en el mundo físico: entretenernos, comprar, trabajar, socializar. Incluso, podremos poseer elementos virtuales únicos, gracias a los non fungible tokens (NFT) y pagarlos mediante una moneda propia (criptomoneda).

El metaverso atrae actualmente mucha inversión y su potencial a futuro es inmenso, según estimaciones y proyecciones sobre el tamaño del mercado en los próximos años.

De acuerdo a una investigación de la consultora internacional Analysis Group, dentro de una década el metaverso podría aportar u$s 3.000 mil millones, un 2,8 % al PIB mundial, si en términos de adopción evoluciona de la misma manera que la tecnología móvil.

Según Gartner, en 2026, el 25% de las personas pasará al menos una hora al día en este entorno y, de acuerdo a Statista, el tamaño del mercado actual roza los u$s 47.000 millones en 2022 y la proyección es que alcance los 679.000 millones en 2030.

Cómo están las compañías en el metaverso hoy

Estamos viendo cómo muchas compañías ya están adoptando esta innovación en sus estrategias. No solo como experimentos, sino también como nuevas líneas de trabajo en las que vemos una clara apuesta por el metaverso como un nuevo espacio en el que generar engagement con objetivos muy diversos:

  1. Incrementar notoriedad con nuevas audiencias: conectar con la generación Z es el gran reto de muchas marcas. Cómo ser relevantes y utilizar los códigos de comunicación que les llegan es un reto común al que todas las compañías se enfrentarán antes o después.
  2. Generar tráfico cruzado de entornos online a offline: la integración del mundo físico y virtual es uno de los pilares fundamentales del metaverso. Por ello, las compañías están explorando journeys que combinan de forma natural estos dos mundos y generan experiencias omnicanal, en las que cada entorno tiene su rol.
  3. Promover entornos colaborativos marca-creador: Las compañías y las marcas están cada vez más dispuestas a colaborar con otras marcas, consumidores o creadores, y el metaverso es un dinamizador de estos modelos.
  4. Ofrecer experiencias de venta omnicanal: la experiencia de consumidor es omnicanal, nos movemos por diferentes canales y vivimos una experiencia única y homogeneizada que se adapta a cada momento.
  5. Crear relaciones de valor adaptadas a sus públicos o fidelizar: ofrecer un valor o una experiencia única a tus clientes es clave en una estrategia de fidelización.
  6. Captación de talento: se están redefiniendo las reglas en cuanto a los recursos humanos, la empleabilidad y la relación con los candidatos. El metaverso es un entorno en el que toda una generación está acostumbrada a relacionarse. Y la búsqueda de empleo es una forma más.

El futuro en 10 años. Y ¿mientras tanto?

El despliegue de un metaverso tangible y masivo será progresivo a lo largo de los próximos años, ya que todavía se está desarrollando la tecnología que pueda hacerlo real. Pero esto no implica que debamos quedarnos parados. Los más innovadores pueden crear ventajas competitivas como hicieron otras compañías en los inicios de internet. Algunos gigantes tecnológicos como Microsoft, Qualcomm y Meta ya están apostando fuertemente por el metaverso y su potencial para caracterizar el próximo capítulo de internet.

El fundador de Meta asegura que el metaverso “hiperconectará” a las personas con aplicaciones y servicios que enriquecerán enormemente su modo de vida. Crear el metaverso, tal como se concibe hoy en día, requerirá una red de alta velocidad, baja latencia, altamente segura y confiable, de la que actualmente no se dispone. Además, en los próximos años iremos viendo avances que trascienden el software y se irán lanzando al mercado nuevos dispositivos, que permitan conectarnos con esta nueva realidad.

¿Qué podemos hacer mientras se implanta esta tecnología?

1. Adoptar una perspectiva a medio plazo: el fin es estar preparado para el futuro.

2. Filosofía de innovación: test & learn. No hay nada más motivador que tener la oportunidad de imaginar y construir el futuro. No debemos ser espectadores pasivos. Cada tecnología debe ser probada y estresada al máximo.

  • La adopción de la tecnología avanza aún más rápido de lo que podíamos predecir. La pandemia nos lo ha demostrado. A corto plazo, debemos al menos experimentar para aprender y tomar posición:
  • Adaptarnos a la nueva cultura de trabajo para que nuestros colaboradores estén cómodos en este entorno.
  • Analizar opciones para mejorar la experiencia de compra o interacción online con un entorno más inmersivo.
  • Desarrollar aplicaciones de realidad aumentada o realidad virtual, crear eventos virtuales y diseñar nuestra presencia en aquellos que empiezan a tener una adopción importante de nuestras audiencias.
  • Diseñar un modelo de transaccionalidad basado en la tokenización de los activos digitales, a través de NFTs.
  • Invertir en el ecosistema; es muy recomendable que las grandes compañías incorporen talento nativo a través de operaciones de M&A.

3. Rediseñar el modelo de negocio basándonos en las nuevas oportunidades que ofrecen las tecnologías emergentes y los nuevos usos y costumbres. Una vez que hemos identificado las tendencias sociales y hemos interactuado con las nuevas capacidades que nos brinda la tecnología, debemos diseñar nuestro modelo de negocio. Y realizar un enfoque respondiendo desde lo más básico a lo más complejo, para ir construyendo el plan de transición a esta nueva realidad.

Una vez respondidas estas preguntas y las que nuestra industria nos presente, debemos diseñar cómo será esa entrada y los tiempos que necesitamos. Y también cómo vamos a comunicarlo: con hitos claros que marquen el camino y desencadenen las decisiones. Se trata de un reto que deberemos transformar mientras avanzamos por este nuevo mundo donde lo físico y lo virtual acabarán por integrarse.

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