La privacidad de datos dominó el debate sobre la “Cuarta Revolución Industrial” en Davos

La privacidad de datos dominó el debate sobre la “Cuarta Revolución Industrial” en Davos
hay una nueva propuesta de reguladores de EE. UU. y el Reino Unido programada para febrero.Jeff Klenner, Gerente General y VP de BMC Software en Latinoamérica

Klenner explica por qué el tema fue tema importante en el Foro Económico Mundial 2016.

En el encuentro anual del Foro Económico Mundial en realizado hace dos semanas en Davos-Klosters, Suiza, líderes y personas influyentes se reunieron para abordar algunos de los mayores desafíos a los que se enfrenta el mundo en la actualidad.

El profesor Klaus Schwab, fundador y presidente ejecutivo del Foro Económico Mundial, centró la reunión de este año alrededor de la Cuarta Revolución Industrial.  Schwab definió esta nueva era de innovación como “una gama de nuevas tecnologías que fusionan el mundo físico, el digital y el biológico y repercuten en todas las disciplinas, economías e industrias, e incluso desafían ideas sobre el significado de ser humano”.

Es un tema atrapante, y este es un momento ideal para reflexionar sobre las Revoluciones Industriales anteriores, con la esperanza de poder vislumbrar qué nos depara un mundo en el que nuestras conexiones no se miden en kilómetros o minutos, sino en megabits y microsegundos.

En cada revolución, el ritmo de innovación se duplica

La primera Revolución Industrial dio lugar a un período de innovación que duró más de cien años, seguido por la segunda que incluyó avances adicionales en procesos de fabricación. La tercera Revolución Industrial introdujo nuevos métodos y máquinas para empresas y consumidores que posibilitaron la comunicación y el acceso a información.

Es interesante observar que cada revolución duró menos de la mitad que la anterior, por lo que se podría concluir que el ritmo de innovación se duplicó durante ese tiempo. La cuarta Revolución Industrial aún se está definiendo, pero trae cambios a una escala, velocidad y fuerza que todos reconocemos. Un mundo interconectado está cambiando drásticamente la manera en la que compartimos, analizamos y procesamos información, y tiene consecuencias políticas, sociales y económicas de gran alcance en la era digital.

Sin embargo, con el ritmo acelerado al que emergen las nuevas tecnologías, ¿podrán las empresas, los gobiernos y todos los sectores de la industria seguir el ritmo de los cambios en la “Industria 4.0”?

Los datos son el nuevo petróleo: el combustible de las economías digitales

Cada día que pasa se generan más datos, más conexiones, más procesos, más allá de nuestro conocimiento, y las interacciones que tenemos con máquinas (y que las máquinas tienen entre sí) son cada vez más sofisticadas.  La importancia de los datos en la era digital se resume a la perfección en una frase de Ann Winblad, inversora y socia senior en Hummer-Winblad: “Los datos son el nuevo petróleo”.

Primero, demuestra cómo los datos se están convirtiendo rápidamente en bienes sin los cuales no podremos tener éxito. Todo lo que hacemos en la era digital gira entorno a los datos.

En segundo lugar, los datos son el combustible que impulsa las nuevas economías digitales. Por ejemplo, los datos recopilados en nuestros smartphones crean un esbozo de nuestra identidad, qué nos gusta comprar y adónde nos gusta ir, un material valioso para empresas de marketing y comercio electrónico que desean vendernos bienes y servicios.

Por último, “los datos son el nuevo petróleo” significa que son un bien valioso que se debe proteger y que podría generar conflictos.

Como todo bien valioso, los datos deben protegerse

Las violaciones de datos graves nos recuerdan que los hackers están desarrollando métodos cada vez más sofisticados, e incluso podría decirse que llevan la delantera. Si los ataques cibernéticos como el que sufrió Sony nos enseñaron algo, es que todos los datos, por más insignificantes que parezcan, pueden ser valiosos para alguien. El uso que se le da a los datos es lo que les da valor.

Las grandes pérdidas de datos no solo perjudican la reputación de la empresa, además pueden generar notables pérdidas financieras, con cifras que ascienden a cifras superiores a los 34 mil millones de libras por año solo en el Reino Unido.  ¿Cómo podemos sobresalir en la era digital si las economías digitales están expuestas a estos potenciales golpes financieros?

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