La Industria del Software en alerta por la crisis y los nuevos impuestos al sector

La Industria del Software en alerta por la crisis y los nuevos impuestos al sector
Si se exporta en 2019 lo mismo que el año pasado –u$s 1.800 millones-, esto da $7.200 millones”.Aníbal Carmona, presidente de CESSI

El reciente informe del OPSSI refleja que las expectativas del crecimiento actual de las exportaciones cayeron un 45,5%, y las expectativas del empleo un 36%. Respecto de las mediciones realizadas a comienzos de año, las expectativas respecto del crecimiento de exportaciones pasaron del 15,8 al 7,6%, y respecto del empleo de 13,6 al 8,7%.

El pasado 31 de agosto CESSI llevó a cabo el encuentro empresario de empresas de Software y Servicios Informáticos en las instalaciones de la Universidad de Palermo. Allí, se abordó la situación económica y financiera actual, y la reciente medición de la caída de expectativas de la actividad por parte del Observatorio Permanente del Software y Servicios Informáticos (OPSSI).

El mismo estudio, indica que el volumen total de ventas esperado para el 2018 respecto del 2017 pasó del 5% de crecimiento anual neto de inflación, a una caída mayor al 10%.

Las empresas de la industria que participaron del encuentro realizaron de forma unánime el pedido para que se modifique cuanto antes las condiciones financieras actuales que hacen inviable la actividad productiva, debido al alargamiento en la cadena de pagos y en muchos casos el corte de la misma, y la imperiosa necesidad de poder acceder a créditos a tasas productivas para obtener capital de trabajo.

Los empresarios de la industria del software se declararon en estado de alerta y acordaron junto a la comisión directiva de CESSI, varias iniciativas asociativas y de seguimiento semanal para ayudar aquellas empresas que ingresen en situación de crisis aguda, por la retracción del mercado interno, desde donde el 93% de las aproximadamente 5.000 empresas del sector obtiene el 80% de su facturación.

Además, se discutió y acordó el pedido unánime para el urgente tratamiento y aprobación de las iniciativas parlamentarias existentes para la prórroga de la actual Ley de Promoción del Software, que se encuentra próxima a su vencimiento, y la reactivación de los proyectos de FONSOFT y FONTAR que se encuentran congelados.

Se concluyó la importancia de contar con instrumentos financieros necesarios para la participación en las misiones de preventa al exterior para que las pymes puedan aprovechar la competitividad que brinda el nuevo tipo de cambio, como así también, financiar las exportaciones de los contratos que se obtengan en el exterior y aumentar el 7% de empresas que exportan.

Respecto del anuncio del 3 de septiembre del presidente Macri y el Ministro de Economía Nicolás Dujovne, CESSI recibió con enorme desconcierto la inédita aplicación de retenciones a la exportación de la Industria de Software a partir del 1° de enero de 2019.

Coinciden con el presidente Macri que se trata de una medida negativa para la industria debido al desaliento que produce en el sector. Asimismo, lamentan la eliminación del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva de la Nación (Ver comunicado).

Creemos que es un gran retroceso aplicar este tipo de instrumento fiscal a una industria que demostró la creación de empleo de calidad (9 de cada 10 trabajadores registrados, y con salarios 38% superiores a la media) al 9% de crecimiento anual promedio en los últimos 15 años.

La Industria Argentina del Software espera y desea que el Gobierno pueda rápidamente estabilizar lo más pronto posible las variables macroeconómicas y las reformas necesarias para retomar la ininterrumpida senda de crecimiento y creación de empleo que siempre ha tenido el software.

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Ezequiel Tosco, Secretario General de la Asociación Gremial de Computación explica que desde hace años el sector empresario reclama por un tipo de cambio competitivo. El 11 de mayo de este año – según publicó el Diario La Nación – para Cristiano Rattazzi, el dólar en 26 pesos “estaría bien”.

No vamos a tratar de explicar las causas, concurrencia de eventos poco probables dirán unos, impericia dirán otros, volatilidad, falta de confianza, “fly to quality”, por las razones que cada uno quiera atribuir lo cierto es que el dólar hoy cotiza a $40.

No se necesita ser un egresado de Harvard para comprender que si para los sectores de la economía que exportan, la rentabilidad empresaria requería de un dólar 26 pesos, un dólar a 40 $ (o 36 netos) no puede empeorar la ecuación de rentabilidad, debería mejorarla.

Tampoco se necesita ser un premio nobel de economía para comprender que los sectores más vulnerables serán los que más sufrirán esta devaluación. La situación alimentaria y sanitaria de la mayoría de la población se encuentra en un riesgo mucho mayor que antes.

Una comunidad es capaz de mantener sus lazos de cohesión y compromiso si se logra actuar solidariamente en situaciones de crisis. La solidaridad en términos impositivos se traduce en el principio “el que más gana debe aportar más”. Este principio es incluso sostenido por magnates como Bill Gates.

Celebramos que el presidente de la Cámara de Empresas de Software y Servicios Informáticos (CESSI), Aníbal Carmona, reconozca finalmente que “El talento argentino es World Class”.

No compartimos en cambio su afirmación que con las retenciones los empresarios “perderían $7.200 millones”.

La cuenta que hace Carmona es que “si el Estado se queda con $4 por cada dólar exportado, y si se exporta en 2019 lo mismo que el año pasado –u$s 1.800 millones-, esto da $7.200 millones”. Se olvida mencionar que si en el año 2017 el dólar no alcanzaba los $19 y hoy cotiza alrededor $40, entonces los ingresos en pesos aumentarían por lo menos 37.000 millones de Pesos.

Por supuesto que no todo es blanco o negro, y nada existe “ceteris paribus”.- habrá diferencias por actividad, por participación en las exportaciones, por tipo de perfil del profesional informático.

Lo que sí sabemos que la evidencia histórica nos demuestra que el efecto devaluatorio no se traslada totalmente a salario, que las razones por la rotación de personal exceden lo meramente salarial, que la fuga de cerebros es un fenómeno complejo y multicausal, y que siempre que el tipo de cambio aumentó, las exportaciones medidas en dólares también aumentaron.

No podemos dejar de mencionar que el sector empresario de la industria del software se ha “beneficiado” de la falta de un gremio del sector, de la falta de un Convenio Colectivo de Trabajo, de la falta de discusiones paritarias, del abuso del contrato por tiempo limitado, de la precarización a través del trabajador monotributista o “FREE LANCER”, de los aportes que otros sectores de la sociedad han realizado tanto para beneficios fiscales o para solventar una Universidad gratuita y de excelencia y planes específicos como Becas CrtF, Empleartec, Plan 111Mil (que, al aumentar la oferta de programadores, busca mejorar la capacidad operativa y de costos de las empresas).

Justamente por este tipo de causales es que desde la Organización de los trabajadores informáticos creemos que es el momento que la industria sea Solidaria con el resto de la sociedad aportando este tributo extraordinario.

Toda crisis genera oportunidades. Para que los beneficios de estas oportunidades se distribuyan equitativamente convocamos al sector empresario a dialogar, a transparentar la actividad, formalizar la relación laboral, aportar a la seguridad social, y actuar solidariamente con el resto de la Argentina.

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