Juan Caracoche, CTO para Latinoamérica de GlobalLogic, se refirió a este concepto y ejemplificó sobre los avances que se han logrado alrededor del mundo.
Si la primera revolución industrial estuvo marcada por la generalización de la máquina de vapor, mientras que la segunda lo fue por el uso de la electricidad y las cadenas de montaje, se puede afirmar que la tercera revolución industrial pone en el centro de la escena a la electrónica y la robótica. De esta forma, es que ya se está comenzando a hablar de la cuarta revolución industrial, que está dada por la transformaron radical de los procesos productivos y los mercado laborales. En síntesis, entran en juego conceptos como la proliferación de la IoT, la inteligencia artificial y la transformación digital, entre otros.
Principales implicancias
Frente a este escenario inminente, se prevé que las implicancias más polémicas estarán dadas por el reemplazo de los puestos de trabajos humanos por parte de máquinas y robots dotados con inteligencia artificial. Al respecto, de acuerdo con el Foro Económico Mundial (WEF), se suprimirán unos cinco millones de posiciones laborales en el año 2020 en países industrializados y emergentes como Estados Unidos, Francia, Brasil y Alemania. Hay que aclarar que estamos hablando de trabajos que consisten en realizar tareas repetitivas que pueden ser realizadas por una máquina o robot. En sintonía, surgirán nuevas posiciones que requieren de habilidades que aportan más valor.
Pero este tema no es el único del cual se habla. Otros de los cambios más rotundos se están dando en el campo de la colaboración y la descentralización. Algo de todo esto ya estamos viendo, por ejemplo, Uber está batiendo récord en los que respecta al transporte público pero entre sus activos no cuenta con ningún taxi. Lo mismo sucede con Airbnb, que está revolucionando la industria de la hospitalidad y alterando el negocio de los hoteles, aunque esta firma no cuenta con una sola habitación que le pertenezca.
También habrá una explosión del trabajo remoto en equipo. Definitivamente, la colaboración permite nuevos modos de desarrollo para aprovechar mejor los recursos disponibles y encontrar los talentos a pesar de las distancias.
La automatización avanzará mucho más en los próximos años, sobre todo en las firmas de servicios. De hecho, en Japón ya se están fabricando robots especialmente diseñados para servir como enfermeros en geriátricos. Así también aparecerán los modelos para ayudar a los pacientes que necesiten desarrollar sus habilidades cognitivas, sensoriales o motrices. Por supuesto, también se está trabajando en el desarrollo de órganos artificiales que funcionarán como los naturales y las prótesis evolucionarán hasta el punto tal que podrán soportar peso y moverse con el dinamismo de la extremidad de un humano. Incluso podrán comunicarse remotamente con sensores y otros dispositivos. Si: ni más ni menos que la IoT aplicado “para lo que sea”.
En la parte informática, y todo lo relacionado con inteligencia artificial se están dando avances a un ritmo sin precedentes de la mano del big data y la algoritmia, entre otros. Un ejemplo, hace pocos días el campeón mundial de Go perdió por segunda vez contra el programa de Google para el juego.
Más allá de la reconversión industrial, de los nuevos y viejos puestos de trabajos, de las cuestiones energéticas, los automóviles que se conducen solos y todo lo que implica la economía digital, lo cierto es que nadie sabe a ciencia cierta cómo la cuarta revolución industrial impactará en la vida cotidiana de los todos los mortales.
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