La contribución de las soluciones informáticas para lograr objetivos medioambientales

La contribución de las soluciones informáticas para lograr objetivos medioambientales
Las operaciones informáticas y los centros de datos consumen grandes cantidades de electricidad.Marcos Vieyra, gerente Comercial de Citrix Chile

Las empresas y los consumidores deben tomar conciencia del impacto medioambiental de las actividades informáticas.

Las cuestiones medioambientales se han convertido en parte integral del funcionamiento de las empresas y organizaciones. La sostenibilidad se tiene cada vez más en cuenta en los espacios de trabajo como una característica permanente de las estrategias corporativas, guiando los esfuerzos para reducir las emisiones lo más posible. En eso la tecnología juega un papel preponderante, ya que las soluciones informáticas que una organización decide implantar tienen el potencial de impactar en las consecuencias ecológicas. Por ello, la estrategia del área TI debe estar estrechamente relacionada con la estrategia medioambiental de las compañías.

Una informática respetuosa con el medio ambiente

Las operaciones informáticas y los centros de datos consumen grandes cantidades de electricidad. Representan alrededor del 10% del consumo de energía y de las emisiones de las empresas, y los equipos deben ser sustituidos regularmente. Una variedad de soluciones tecnológicas puede reducir significativamente la carga medioambiental, a la vez que permite elegir las herramientas más eficientes, racionalizadas y seguras para las operaciones de las compañías. Hoy optar por la ecología no significa tener que renunciar a otras necesidades y requisitos, sino que es posible obtener todas las ventajas en un solo paquete.

Los espacios de trabajo digitales permiten reducir la carga medioambiental de las empresas y los individuos. Por ejemplo, los desplazamientos entre la casa y el trabajo contribuyen en gran medida a las emisiones del transporte. En ese sentido, las soluciones tecnológicas versátiles y flexibles, y el uso de la nube, permiten trabajar en cualquier momento y lugar, ya sea en solitario o en equipo. Permitir unos pocos días de teletrabajo a la semana tiene un impacto significativo en las emisiones, por ende garantizar que todos los empleados tengan acceso a espacios de trabajo digitales permite que las operaciones puedan fluir sin problemas.

Una parte importante de los centros de datos funciona de forma ineficiente, pues se generan cargas de trabajo y emisiones, pero no se utiliza toda la capacidad. Al pasar con más fuerza a servicios y plataformas basadas en la nube, hay margen para reducir las emisiones y pasar a centros más eficientes, puesto que se reduce la necesidad de centros de datos internos y se pueden elegir opciones más ecológicas.

Los equipos de los usuarios finales también requieren mantenimiento y sustitución periódica, y pueden contribuir a la contaminación ambiental. Una parte importante de las emisiones de los equipos se genera durante su vida útil y por obra del usuario final, por lo tanto, es importante optimizar la vida útil del dispositivo. Una buena opción para evitar la necesidad de sustituir constantemente los equipos puede ser un ChromeBook o un terminal ligero con huella de carbono significativamente menor.

Con la nube y las plataformas remotas el trabajo puede realizarse sin problemas y de forma segura desde cualquiera de los puntos finales. Esto permite a los empleados elegir las herramientas que más les acomodan, alargando la vida de los dispositivos que consumen menos energía.

Objetivos comunes para reducir emisiones

Las condiciones para promover el trabajo medioambiental en las TIC son buenas: la digitalización ha avanzado bastante y la tecnología es bien recibida. Chile aspira a ser carbono neutral para 2050, y considerar el impacto medioambiental de las tecnologías apoya ese objetivo. También hay que tener en cuenta la funcionalidad y facilidad de uso, que pueden combinarse en el mismo paquete con el camino hacia una industria verde. En definitiva, al tomar decisiones las empresas pueden reducir sus emisiones y ser más sostenibles.

El ejemplo finlandés

Finlandia ha sido pionero en contar con una estrategia climática y medioambiental para el sector de las TIC. En marzo de este año publicó un documento donde señala que su objetivo es reducir la huella de carbono del sector tecnológico y utilizar la digitalización para reducir las emisiones, dado que las actividades informáticas consumen energía y por ende, son una fuente de emisiones. Según el think tank The Shift Project, en 2019 el 4% de las emisiones a nivel mundial correspondía a tecnologías digitales y se espera que la cifra se duplique para 2025.

Incluso así, el uso de herramientas digitales puede reducir las emisiones en diferentes sectores industriales, y las elecciones de las tecnologías también pueden marcar la diferencia. Por ejemplo, la estrategia medioambiental de Finlandia para el sector de las TIC menciona un aumento de la eficiencia energética y la prolongación de la vida útil de los equipos.

Las empresas y los consumidores deben tomar conciencia del impacto medioambiental de las actividades informáticas, y es importante que los distintos proveedores de servicios conozcan el impacto medioambiental de los productos y soluciones que desarrollan.

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