Gobierno de datos

Gobierno de datos
Ya no es novedad que la información es una carta clave en los negocios, siempre y cuando sea bien utilizada.Bernardo Segura, presidente Informat

Datos, datos y más datos. La gran cantidad de datos que deben manejar las empresas a diario crece más y éstos, además, se han transformado en un activo de gran valor.

No únicamente se trata de la información propia del negocio, de clientes, proveedores, colaboradores u otros agentes, sino también la que proviene de diversos medios, como de redes sociales y de la que pronto emanará de la internet de las cosas (IoT).

De hecho, según la consultora especializada IDC, el 89% del crecimiento de la industria de Tecnologías de la Información (TI), de aquí al 2020, estará relacionado con las inversiones que se realicen en lo que se relacione con el almacenamiento, análisis y gestión de datos.

Ya no es novedad que la información es una carta clave en los negocios, siempre y cuando sea bien utilizada. Porque las consecuencias de no administrar la información en forma correcta puede tener costos significativos, tanto en la forma como en el fondo, además de un impacto negativo en la productividad de las empresas. Así, el gobierno de datos adquiere especial relevancia para establecer un esquema de trabajo determinado que analice la información, que establezca reglas claras para ello y que ayude a tomar decisiones bien informadas, ya que finalmente sobre éstas es que depende el éxito o fracaso de una organización.

Un detalle fundamental: a la hora de planificar respecto de los datos es necesario considerar la seguridad de los mismos y definir estrategias para su protección. Esto no es menor. Según cifras de expertos el costo promedio por cada registro perdido o robado que contiene información sensible y confidencial de una organización aumentó de 154 a 158 dólares el último año.

De igual forma, es importante comunicar, trasparentar y visibilizar el impacto de los datos en el negocio. Ello, con el fin de mejorar de manera permanente y eficiente los procesos. En ese aspecto, los estándares, las métricas, los informes y resultados deben estar al día. Y para ello, las empresas requieren de herramientas y conocimientos expertos. Por eso el buen uso de las tecnologías de la información es clave para apoyar de manera idónea todo lo que este proceso implica.

Saber, entonces, qué datos son importantes y cuáles no y de qué manera ellos pueden ser un aporte al negocio para optimizar la gestión, productividad, eficiencia y crecimiento de la empresa, es una chance que se debe aprovechar sin cuestionamientos.

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