El Gobierno de Chile ingresó el proyecto de Ley de Presupuesto para el 2022, documento que está en la mira de muchos, dada la importancia de conocer los planes del ejecutivo para sortear la situación económica que vive el país luego de los efectos de la pandemia.

El empleo se está recuperando, pero el alza de la inflación y el panorama económico internacional da luces de un inevitable aumento en el costo de la vida que afectará al bolsillo de todos los chilenos. Por eso sorprende que dentro del Presupuesto esté considerado una reducción del 19,5% al apoyo a las pymes y la reducción de un 7,5% a los recursos de la subsecretaría de Economía chileno y empresas de menor tamaño.

Esta determinación no sólo afecta las posibilidades de desarrollo de este tipo empresas, sino que debilita la economía nacional en general. Los emprendedores y sus iniciativas son fundamentales para el crecimiento, desarrollo y sustentabilidad del país y fueron una pieza importante para soslayar la situación de desempleo vivida el año pasado. No sólo eso; una pequeña empresa creada hoy puede convertirse en una gran empresa el día de mañana y abrir grandes oportunidades al ecosistema laboral nacional. Fastco es un ejemplo de ello, nació hace 20 años como un emprendimiento y hoy se alza como una de las compañías más importantes de su área en el país.

De acuerdo a cifras del Ministerio de Economía del país, el 15,2% de las microempresas muere al primer año de vida, un 14,8% lo hace al segundo y un 9,4% al tercer año. Sólo un 60,6% de las pequeñas empresas sobrevive al llamado “Valle de la Muerte”, razón por la cual resulta fundamental respaldar estas iniciativas. Y si consideramos que el 2020 se registró una cifra récord con más de 158 mil nuevas sociedades y empresas, resulta contraproducente reducir el apoyo. Al contrario, dado el escenario económico global, lo lógico es fortalecer el respaldo a este segmento, o al menos, mantenerlo.

Corfo tiene su trayectoria en este sentido, sin embargo, requiere una reformulación urgente, que la lleve a ser más que un distribuidor de recursos, sino que un apoyo para la buena administración e inversión de los mismos.

Desde la óptica de compañías que iniciamos este camino desde lo más pequeño, podemos decir que el crecimiento y expansión de una empresa trae consigo grandes desafíos que son importantes enfrentar con trabajo y perseverancia. La pandemia dejó en evidencia la importancia de contar con una planificación estratégica para enfrentar los cambios constantes que vivimos (y que seguiremos viviendo). La tecnología nos ofrece tremendas oportunidades, pero que requiere el desarrollo y preparación paralela de los colaboradores, pues lo uno no puede crecer sin lo otro.

Dadas las condiciones de la economía global y el escenario que se vislumbra para este 2022, resulta fundamental tenderles la mano a esas pequeñas empresas que nos permiten soñar y apostar por mejores oportunidades para el futuro.

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