Erasmo Rojas

Director de América Latina y el Caribe en 4G Americas

El espectro que los estados se reservan para sí ¿beneficia al usuario final?

Eso está bien hecho si hay un plan. Por ejemplo en Argentina hay un operador que se nombró hace nueve meses, Libre.ar, que hoy todavía no está en servicio. El punto es ¿para qué quieren usar esa red? ¿para movilidad? ¿qué tipo de movilidad? ¿para dar servicios de voz donde ya hay 150% de penetración? entonces ¿quien va a comprar? ¿la quieren usar para prestar servicios de datos y de Internet? bueno, si existe ese plan entonces tiene sentido.

Pero lo que sucede es que el espectro que tienen no va a servir para mucho porque es viejo y allí no van a poder montar LTE. Lo que necesita ahora Argentina es espectro para respirar un poco.

En general lo que ha fallado cuando se les ha dado espectro a los operadores estatales es que no se ha hecho un seguimiento, tienen que decirle que hay un plan, un plazo para que estén en servicio porque si no ¿para que lo quieren?

Todo país necesita inversionistas y si ellos no perciben que habrá un día de mañana ¿para que van a venir? Los inversionistas son panregionales y están en diez países; entonces, si no ven posibilidades de inversión, se van a otro país.

En el caso de Argentina, Claro y Movistar están en más de 10 países, Telmex está un poquito más limitado pero está en Brasil y Nextel está más o menos ahí, esperando que le llegue la hora.

Entre las preguntas que deben tener respuestas están: ¿Qué quieren hacer? ¿Mejorar la competencia? ¿Mejorar la calidad? y el operador ¿como lo va a hacer?

¿Qué puede aprender América Latina de la experiencia de implementación en otros países?

Una cosa que puede aprender es que si se trata de poner un precio muy alto en el espectro, el usuario final va a tener que pagar mucho por el servicio. Creemos que la política de venta del espectro es fundamental, que se venda el espectro y que se pague a medida que el operador lo consuma.

En Brasil vendieron espectro de 4G en 2012 y el primer pago que tiene que hacer el operador es en 2015 (un 10%) y luego 15% cada año durante seis años. Es importante que el valor del espectro se ajuste a las posibilidades del pago.

Otra cosa que hay que aprender es que el gobierno se queja de que el operador no da servicio en algunas partes y que va sólo a donde es más rentable. Eso dependerá de que en las reglas de la subasta se especifique cobertura y velocidad.

Los gobiernos deben decirle a los operadores que vayan con lo que quieran pero que garanticen determinada velocidad y cobertura en un plazo específico. Eso es lo que deben controlar los reguladores.

En Argentina los operadores aseguran que la asignación del espectro liberada por Movicom beneficia a la nueva operadora estatal y que los problemas actuales del 3G se deben a esta asignación arbitraria del gobierno nacional. ¿Cuánto hay de cierto en esta afirmación?

El problema de fondo es que el gobierno en Argentina directamente no ha visto este tema porque no hay tecnólogos allí adentro. En Argentina, como en muchos países, 3G se implementó en espectro de 2G o sea el espectro que se compró fue para servicios de voz y hace 14 años se subastó TTF pero también basado en voz y lo que pasó es que -como el mercado no puede esperar- el gobierno ha montado en espectros preparados para 2G.

La misión del gobierno es ver que haya competencia, en precio y calidad y que quien no use el espectro lo devuelva.

El argentino consume muchos datos y como es una red donde los datos tienen preferencia a la voz pero usan el mismo espectro, lo que sucede es que lo están rebanando. Cuando haya usuarios normales de datos en Argentina no habrá problemas, pero si se conectan a YouTube -como el espectro es un recurso compartido- van a chupar todo el espectro y el vecino que está intentando enviar un email no podrá.

Decir ahora a los operadores que van a tener que pagar multas es un beneficio para los usuarios pero no es la solución. En Argentina es crítico 4G para dejar respirar a 3G. Dejar que la red 3G respire incluye también a la red 2G porque en Argentina la gente se queja de que directamente no le entran las llamadas.

Está bien que el gobierno decida que es lo que quiere pero que le de participación a los operadores privados porque son los 45 millones de argentinos los que tienen problemas.

¿La reforma en México ha sido oportuna y positiva?

México es un mercado muy grande pero de alguna forma se ha mantenido atrasado. Si se miran las estadísticas de penetración -tanto de voz como datos- vienen atrás en la región.

Muchos dicen que el problema es que Slim es dominante, pero el problema también es que en México hay muchos entes reguladores: uno se encarga del espectro (la secretaría de comunicaciones y transporte), otro de las subastas (Cofetel) y otro más que sí es específico de competencia (La Comisión Federal de competencia). Los tres tienen que ponerse de acuerdo y es muy complicado.

Una cosa buena que tuvo la reforma es que va a quedar un solo ente autónomo (el Instituto Federal de Telecomunicaciones) que conjugará todas esas funciones.

La ley de telecomunicaciones en México tiene algunas cosas interesantes y otras un poco extrañas, como el plan de un megaoperador estatal para la banda baja o el tener que manejar la concentración del mercado, donde nadie puede tener más del 50% del mercado.

Nosotros pensamos que hay otras maneras de manejar esa concentración y no es por market share: es mirar tarifas o que no haya abuso de poder. Ahora ya fue aprobada esa ley y lo que dicen que va a ser importante son las leyes secundarias que reglamenten su funcionamiento.

Que México haga cosas diferentes a la tendencia, que van en contra de lo que hace la región, no es bueno.

El 26/6 se realizó la subasta pública para 4G en Colombia. ¿Qué sucederá?

Es muy importante ver cuanto de ese objetivo planteado de 225 MHz se vendió porque si se sabe que al final se vendieron 100 o 120 estará bien, será un recurso muy apreciado y se sabrá que se va a hacer con el resto.

Primero habrá que ver cuánto se vendió, qué operadores ganaron y qué capacidad de inversión tienen.

Si no hay un reglamento fuerte, entonces los ganadores pueden estar años con el espectro sin usar. Si yo (como estado) reservo espectro, necesito que los que apuesten sean serios y debo definir un plazo -un año o año y medio- para que monten esa red, bajo la pena de perder el espectro.

¿Quienes son los operadores que peor compromiso demostraron con la inversión?

Primero sería Viettel en Perú y luego Nextel y VTR en Chile. Son operadores que quisieron entrar en la movilidad pero no se dieron cuenta cuál era el plan de inversiones.

Tampoco entendieron que si tienen espectro y van a montar una red, al final del día lo único que importa es donde están los usuarios. Mientras no tengan usuarios no hay rentabilidad y todo serán costos.

Los operadores importantes para darles un nuevo espectro no son los tradicionales sino los nuevos, como aquellos que ya están en el campo de Internet o del entretenimiento… estilo ESPN, con posibilidades de hacer algo diferente.

Otro tema muy interesante en América Latina es el de los operadores virtuales móviles, porque estos luchan en una batalla complicada, será muy difícil para ellos porque su operatoria funciona como robar -sólo por un rato- clientes de otro operador.

Colombia ya tiene tres operadores virtuales móviles pero existen dudas sobre su subsistencia a este ritmo de negocios y si podrán competir en voz. Creo que no tienen mucho que hacer en ese terreno.

Hoy existen 14 redes LTE en Latinoamérica y Caribe y ustedes estiman una expansión de 8 a 10 más este año. ¿Se mantiene esta proyección?

Ya hay tres redes más este año en Chile, cuatro en Brasil y quedan tres redes más que podrán surgir en el Caribe, quizás Colombia. Los operadores van a empezar lentamente a generar confianza en sus inversionistas para comenzar a operar esas diez redes.

Hace unas semanas corrió el rumor de que AT&T tenía interés en comprar Telefónica por u$s 93 mil millones. Si bien Telefónica negó esta versión, de concretarse ¿Sería una operación positiva para el sector?

Es casi una tradición de los operadores norteamericanos que adquieren operaciones en América Latina no son muy buenos en personalizar las aplicaciones.

Finalmente lo entendieron, se han dado cuenta y por eso no están interesados. Saben que es un dolor de cabeza para ellos pues no entienden a la gente, su cultura, el idioma; entonces, no funciona.

Un megaoperador así en América Latina no sería bueno para la región, dañaría la competencia que existe hoy en día.

¿Que nos depara el futuro?

Las redes móviles nunca van a ser una revolución sino una evolución permanente donde la velocidad será importante, pero la cobertura lo será aún más. En el futuro vendrá LTE avanzado que ayudará a hacer muchas cosas más: introducirá la voz y tomará espectro de diferentes bandas de frecuencia y las agregará (agregación de portadoras), entre otras características posibles.

Dentro de cuatro o cinco años LTE alcanzará los mil millones de usuarios y la llegada de smartphones económicos podría acelerar la velocidad de penetración de esta familia de tecnologías.

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1 Comentarios

  • Marcos Ramirez Ordoñez.
    20 de febrero de 2017 17:50, hs., 17:50

    Tengo un proyecto en mente para generar un beneficio poblacional y ejercer empleo.
    En verdad no cuento con el recurso económico para poder ejercer mi proyecto.
    necesito ayuda y orientación para que pueda llevar acabo mi plan.

    RESPUESTA