De uvas y vinos

De uvas y vinos
Sabor eterno.

Una posible introducción al mundo del vino a partir de su materia prima, con algo de historia antigua y un listado completamente innecesario.

El vino es, junto con el agua y la leche, la bebida más antigua del mundo. Existen referencias permanentes en el antiguo testamento al producto de las vides, siendo Noé quizás el primero (en la construcción judeo-cristiana) en beberlo tras el diluvio universal, según reza en las antiguas escrituras (Génesis 9, 20-21).

Las culturas griega, romana, egipcia, persa y china también saborearon el jugo de uva fermentado y perfeccionaron técnicas para su elaboración, aunque muy diferentes del que disfrutamos en la actualidad. Los romanos, por ejemplo, mezclaban el jugo con alquitrán, miel y otras sustancias; mientras que los griegos lo diluían con agua y le agregaban yeso. Por su parte, los egipcios -amantes de la cerveza antes que del vino- lo “cocinaban” tras la fermentación para conservarlo.

Incluso hay referencias del navegante vikingo Leif Eriksson sobre el cultivo de viñedos en sus viajes por tierras que hoy forman parte de los Estados Unidos.

Hace miles de años el vino era tan preciado que estaba principalmente reservado a sacerdotes y reyes. Sobre su origen, los griegos lo atribuyen a Dionisio, los egipcios a Osiris y los romanos a Saturno (y al griego Dionisio, importado como deidad en Roma con el nombre de Baco). Fue precisamente el Imperio Romano quien se encargó de desparramar por el mundo esa costumbre de beber vino, y por supuesto, la de elaborarlo.

Con el paso del tiempo, las uvas encontraron las mejores zonas, condiciones climáticas y de suelo que el viejo mundo les ofrecía, y se establecieron en países que actualmente conocemos como Italia, Francia, España e incluso Alemania, entre otros.

Con el descubrimiento de América, era inevitable que los conquistadores llegaran acompañados del preciado líquido. Así, Hernán Cortés ordena la plantación de vides en México. Gracias al éxito de estos viñedos, los españoles fomentan su cultivo en cuanta tierra americana ocupan. En el nuevo mundo, las uvas se sientieron más cómodas en California (Estados Unidos), Mendoza (Argentina) y La Serena (Chile). Los ingleses hicieron lo propio con sus colonias y llevaron el vino hasta Australia.

Uvas

La parra (o vid) nos entrega sus bayas o granos -que llamamos uvas- en racimos. Las dos familias de uvas mas populares para la elaboración del vino son las vitis vinifera y vitis labrusca que -a su vez- se clasifican en rojas o blancas (verdes en realidad), con un amplio rango de colores intermedios. Son escencialmente jugosas y contienen gran cantidad de azúcares, lo que las convierte en la materia prima ideal para obtener zumos, aguardientes y, por suspuesto, vinos.

Existen tantas variedades de uva que no vale la pena hacer un aburrido listado. Hablaremos de las caracteristicas de cada una en el momento de revisar algún vino elaborado con ellas. De cualquier forma, cabe anticipar que una casta de uva, por ejemplo Malbec, tendrá diferentes características en función del lugar, clima y cuidados que reciba. No tendrá el mismo sabor una uva Malbec cultivada en Francia que su pariente Argentina.

Bueno, ya que insisten, aquí va un brevisimo listado de algunas populares uvas:

Cabernet Sauvignon
Bonarda
Cabernet Sauvignon
Malbec
Merlot
Pinot Noir
Sangiovese
Syrah
Tannat
Tempranillo
Zinfandel

 

Chenin Blanc
Chardonnay
Chenin Blanc
Gewürztraminer
Moscato
Pinot Blanc
Riesling
Sauvignon Blanc
Sémillon
Torrontés
Valdepeñas

 

Pero atención: no hay que confundir uvas con vinos, ya que de una misma uva pueden salir vinos muy diferentes. Por ejemplo, con la uva Pinot Noir se hace champagne, vino espumante con DoC (Denominación de Origen Controlado) reservado a los que provienen de esa región francesa utilizando el método champenoise para su elaboración; pero también se utiliza para excelentes tintos suaves cuyo aroma, sabor y colores son completamente diferentes al espumoso inventado (más bien, popularizado) por el monje benedictino Dom Pierre Pérignon. Por otra parte, también puede encontrarse un delicioso champagne elaborado con uva chardonnay.

También existen uvas que son utilizadas principalmente para comer frescas -como fruta- o junto a quesos, como aperitivo. Entre ellas, destacan la uva moscatel (roja) y la sweetwater (blanca).

Remontándonos a los albores de la humanidad, en la cuna de nuestra civilización, cual sería la sorpresa que se llevó aquel primitivo hombre que “olvidó” un cuenco tapado lleno de uvas durante varios días para luego descubrir -por mero accidente- nuevos aromas y sabores. Y vio que el líquido exprimido de esas uvas era bueno… y lo llamó VINO.

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