Décadas de desinversión llevaron a la Argentina a un estado de abandono, con una infraestructura energética obsoleta tanto en la producción como en el transporte, llevando al país a un consumo caótico e irresponsable.

Eduardo Zucalá, CTO de Absolut Mobile, aborda el tema partiendo de la premisa de que el tema energético se divide en dos grandes problemáticas: la generación y su distribución.

En cuanto a la generación, se han venido subsidiando energías no renovables, o sea, la quema de gas y petróleo. En la conferencia de prensa previa a la declaración de emergencia, el ministro de energía ha dado a entender que se irán quitando estos subsidios para aplicarlos a energías renovables.

Esto se puede hacer de dos formas: con grandes parques de generación concentrados, por ejemplo eólicos o solares, que cuenten con toda la infraestructura necesaria para supervisión, medición y control; o bien -como en algunos países de Europa- incentivarse normativamente la generación de energía individual, con ciudadanos que puedan aportar al sistema en un momento y consumir en otro; sea energía eólica o solar, con medidores reversibles que llevan el conteo de lo consumido y generado.

La información del medidor totaliza lo generado en el mes, descontando lo que se consumió. Si resulta en más generación que gasto se producirá un crédito o dinero para el ciudadano; si es más gasto, se deberá pagar la diferencia. Es un reemplazo del medidor actual por uno reversible, inteligente; que permite automáticamente generar crédito o deuda en el consumidor.

La gestión de la información de cada micro unidad de generación la realiza el consumidor mismo desde la web, con posibilidad de generar alarmas, optimizar su consumo, definir rangos de mayor rendimiento de horas de envío, etc.

Una ley que implemente el ingreso de estos nuevos consumidores / generadores creará la necesidad de nuevos proveedores de soluciones mini generados y serán éstos quienes instalen el panel junto con la batería y el equipamiento de monitoreo.

Por parte de la distribución, el problema es que las redes no tienen capacidad para transmitir toda la energía necesaria en el instante en que se consume: se recalientan las redes, los transformadores, todo el sistemas sufre y es origen de muchos cortes, cables que se queman, subestaciones que salen de servicio porque saltaron las protecciones de sobre corriente, etc.

Con energía diseminada, ésta se genera en puntos dentro del consumo y así se debe ingresar menos energía al sistema porque ya hay parte que se está generando dentro del sistema.

Un concepto muy interesante es el de la “cosechadora de energía”: se trata de pequeños electrodomésticos o cosas (en miras al internet de las cosas, IoT) que se alimentan de energía no renovable autogenerada.

Por mínimo que sea este consumo, es un aporte que se realiza a la red. Por ejemplo, la iluminación de un patio generada en un mini panel contribuye a aliviar a la red; son pequeños consumos pero multiplicados por el uso masivo de estos dispositivos, es una enorme cantidad de megavatios que se le sacan al sistema.

Por ejemplo, para la iluminación del balcón se puede emplear un pequeño circuito solar o eólico que genere todo el tiempo y -mientras tenga energía- se administre con su propia generación. Obviamente esto va a tener una relación costo/beneficio: si la tarifa eléctrica es extremadamente barata -como viene sucediendo por el desajuste que se produjo- nadie va a enfocarse en estas soluciones.

Pero cuando se normalice, se van a justificar estos sistemas que permiten sacar consumos de la energía renovable (que además es ecológicamente responsable) y se podrá al mismo tiempo atacar el tema de los picos de consumo.

a idea es que todo aquello que se pueda realizar en cualquier momento del día, se haga en los horarios de menor consumo, que nosotros podamos elegir en qué horario hacerlo.

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