Con el enorme volumen de datos que se produce todos los días (se estima, por ejemplo, que cada minuto más de 500 horas de video son publicadas en YouTube, se envían cerca de 200 millones de e-mails y 2,1 millones de fotos son subidas a Snapchat) y el creciente número de dispositivos conectados al Internet de las Cosas (según datos de 5G Américas este año se alcanzarán 20.000 millones de dispositivos IoT) las redes que soportan toda esta conectividad enfrentan un momento de fuerte demanda y necesidad de evolución; los responsables del área de TI en las empresas necesitan asegurar un entorno adecuado para el escenario actual, que también esté preparado para el futuro.

Es cada vez mayor la necesidad de ancho de banda, en parte debido a una explosión de las videoconferencias en el mundo, una tendencia que ha ganado relevancia en los últimos meses, impulsada por el aislamiento social.

Según datos publicados por el instituto de investigación Gartner, el gasto mundial en soluciones de videoconferencia basadas en la nube crecerá a una tasa de casi 25% en 2020, alcanzando los  u$s 4.100 millones, frente a los u$s 3.300 millones registrados el año anterior.

Y se estima que el volumen de reuniones presenciales continúe disminuyendo hasta 2024, representando solo el 25% de las reuniones corporativas. Además, las nuevas tecnologías, como 5G y Wi-Fi6, traerán mayores velocidades y, en consecuencia, un fuerte consumo de conexiones y datos.

La cantidad global de suscriptores de servicios móviles con tecnología 5G, por ejemplo, será de 1.9 billones de personas en 2024, según las proyecciones de la consultora estadounidense Ovum.

Todo esto requiere que el área de TI de las empresas prepare a la infraestructura de red para un mundo cada vez más conectado.

Además de la transición de una infraestructura Gigabit a una multi-Gigabit, se está dando un importante cambio hacia una estandarización basada en switches fijos, que será el tipo predominante de implementación de switch Ethernet en los próximos años, alcanzando el 76% de los puertos de switch Ethernet en 2023, frente al 67% registrado el año pasado, según datos de IDC, consultora que apunta una migración de arquitecturas de tres capas a dos capas, con topología de “leaf and spine”, que permite un escalonamiento lineal, mientras que ofrece la posibilidad de reutilizar las fibras existentes.

Aunque es grande el desafío para los CIOs, las oportunidades para el mercado de redes corporativas son enormes, pues la demanda de soluciones capaces de afrontar esta situación no deja de crecer.

La búsqueda por diferenciales como la simplicidad de gestión, la capacidad de expansión y la seguridad integrada, ha llevado a las empresas a adoptar velocidades de switching Gigabit Ethernet cada vez mayores para mejorar sus redes.

Aunque muchas compañías aún trabajan bajo los estándares de 10GbE y 40GbE, la demanda de equipos capaces de funcionar a velocidades de 100GbE aumenta continuamente. A consideración de IDC, el 100GbE, se convertirá en la velocidad de switch Ethernet de más rápido crecimiento en los próximos años, prácticamente triplicando el volumen de inversión en este estándar para 2023.

Por otro lado, si existe una competencia por velocidad, es necesario tener en cuenta la extensa presencia de entornos heterogéneos de tecnologías de switching de acceso, agregación y núcleo.

Muchas empresas tienen más de un proveedor de infraestructura en sus redes corporativas, lo que hace que los switches que soportan entornos de infraestructura agnósticos sean más adecuados para preservar las inversiones en TI.

Además de ser escalable y flexible, el hardware para una empresa con mirada al futuro necesita ser apilable (finalmente, los switches de núcleo y agregación de este tipo maximizan el espacio y facilitan una administración centralizada).

También la seguridad es esencial para este proceso de actualización, con múltiples capas de protección, soporte para encriptación MACsec de 128 o 256 bits, protocolos de seguridad relacionados con el DHCP snooping e inspección dinámica de ARP.

También es necesaria la adecuación para combatir las amenazas cibernéticas, como los ataques de denegación de servicio y el bloqueo de direcciones MAC.

Las redes corporativas están en un momento de gran demanda, con nuevas aplicaciones, más equipos y usuarios conectados, sobrecargando sus recursos.

Para afrontar este escenario, es necesario que las empresas promuevan una actualización constante de sus infraestructuras de red, atendiendo a las necesidades actuales, pero siempre contemplando el futuro, la escalabilidad y la seguridad.

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