Por qué el CIO de hoy será el CEO de mañana

Por qué el CIO de hoy será el CEO de mañana
El CIO está perfectamente posicionado para asumir el rol del CEO.Rado Kotorov, CIO y VP de Estrategia de Mercado de Information Builders

Entre los próximos cinco y diez años las organizaciones habrán de afrontar importantes cambios estructurales para adaptarse a un mundo tecnológicamente cada vez más avanzado.

La clave estribará en desarrollar modelos organizacionales descentralizados y colaborativos, compuestos por equipos interdisciplinares. Las organizaciones que deseen salir airosas en el futuro demandarán líderes con experiencia y habilidades, dispuestos a navegar entre los retos que exigirán estos modelos e identificar oportunidades con celeridad.

El CEO del mañana también debe ser capaz de transformar visión en innovación, así como inspirar a los demás para monetizar la información y encontrar nuevas vías para ganar cuota de mercado.

El CIO está perfectamente posicionado para asumir el rol del CEO y dar los pasos pertinentes para crear una estructura organizacional más efectiva y competitiva. ¿Por qué? El CIO tiene una gran experiencia en tres áreas cruciales:

Trabajando con diferentes tecnologías: la tecnología siempre ha estado conectada de alguna manera con las cúpulas directivas. El CIO probablemente haya empleado una considerable cantidad de tiempo aprendiendo a relacionar diferentes tecnologías para diseñar el entorno operacional adecuado. Esto resulta vital para que las organizaciones gocen de una aproximación holística a la tecnología y puedan implementar soluciones a lo largo y ancho de la organización, acabando con los silos heredados.

Gestionando el conocimiento y la adquisición del talento en un entorno cada vez más cambiante: ningún otro departamento está tan expuesto a un panorama de cambio y formación continuos como el de TI. Casi todos los años las áreas de informática se han de reciclar formándose sobre las nuevas tendencias en software y hardware para tratar de mantener las ventajas competitivas cosechadas y conseguir que su empresa se mantenga en el entorno más seguro posible. Un departamento de TI robusto cuenta con predisposición a la ejecución, otro rasgo clave en las organizaciones que triunfarán en el futuro.

Tomando decisiones arriesgadas: los CIOs están acostumbrados a apostar por nuevas tecnologías emergentes que permitan a sus organizaciones diferenciarse de la competencia. Éste es un factor importante porque en un mundo tan cambiante como el actual la posibilidad de error aumenta. Y las habilidades en materia de gestión del riesgo solo se obtienen con la experiencia. Por ejemplo, los pilotos de Fórmula 1 toman decisiones rápidas a una velocidad muy alta, lo que les ayudará a rebajar las opciones de tener un accidente. En el ámbito empresarial, cuánto más rápido sea el ratio de cambio y más complejo el escenario, más importante será el nivel de experiencia del encargado de tomar decisiones.

En mi opinión resulta evidente que el profesional que ha trabajado como CIO afrontará estos desafíos con más garantías que aquellos que han ocupado otros cargos directivos. A continuación el CIO podrá encontrar una serie de consejos que le ayudarán a incentivar la innovación y el crecimiento en áreas tan críticas como operaciones, marketing y finanzas.

Operaciones: si el CIO se llega a convertir en CEO, conducirá la gestión operacional al siguiente nivel de dos maneras. Por un lado, sabrá cómo utilizar los datos y la analítica para conseguir que los procesos operacionales sean más eficientes. Esto incluye modificar los modelos de negocio de los productos. Por ejemplo, el producto como servicio es un nuevo modelo de negocio cuya fuente de ingresos no radica en la venta de productos sino en la venta de servicios. Todas las compañías han de evolucionar en este sentido y General Electric es un ejemplo meridiano.

Por otro lado, el CEO que anteriormente trabajó como CIO comprenderá la valía de apoyar los sistemas de toma de decisiones basados en tecnología y hechos consumados, no en suposiciones. La mayoría de iniciativas que hoy día se ponen en marcha en las empresas se basan en las intuiciones y creencias de determinados empleados. Esta realidad aumenta significativamente el margen de error. La información permitirá que las organizaciones estandaricen y optimicen sus sistemas de toma de decisiones.

Marketing: el marketing tiene cada día un rol tecnológico más marcado. El marketing de masas, que atiende al espacio tradicional de esta disciplina, está desapareciendo a marchas forzadas. En primer lugar, contamos con software de automatización para labores de marketing que nos permite capturar los datos del consumidor y comunicarnos con él de una manera más directa y personalizada. Además, el “marketing analytics” está cambiando la manera en que comprendemos el comportamiento de los consumidores. El anterior CIO vislumbrará el marketing desde una perspectiva de hechos, consciente de la importancia de emplear herramientas como la minería de datos.

Finanzas: todo CEO ha de vigilar la salud financiera de su empresa. Esta realidad no cambiará si sus riendas caen en las manos de un CIO. Lo que sí cambiará serán los tiempos de reacción. Éste no esperará a ver cómo ha concluido el trimestre para tomar o no medidas, sino que gestionará las finanzas y la rentabilidad en tiempo real. ¿Qué quiero decir con esto? Ahora contamos con tecnologías que nos permiten rastrear el valor y el beneficio a cualquier nivel transaccional, incluso en lo que tiene que ver con la contabilidad general. Esta es gran una innovación que puede revolucionar la toma de decisiones financieras si se implementa de manera apropiada.

Con todo esto no quiero decir que el CIO deba asaltar el asiento del CEO, sino que es el mejor preparado para asumir este rol si fuera necesario. Para prepararse ante este desafío el CIO debería invertir tiempo y recursos en conocer todos los ámbitos de la organización antes de implantar cambios significativos. Entre ellos se encuentran los pequeños detalles relativos a las áreas antes descritas: operaciones, marketing y finanzas.

Sin duda no será tarea sencilla debido a lo rápido que está evolucionando todo hoy día. Por supuesto, también será imprescindible que el CIO quiera aspirar a CEO y que desee emplear tamaña dedicación personal para aprender todo lo necesario. Pero, sin duda, sus probabilidades de éxito, una vez en el cargo, serán más altas que las de cualquier otro directivo.

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