Ciclo electoral: 2023, un año clave para el futuro de Argentina

Ciclo electoral: 2023, un año clave para el futuro de Argentina
El informe elaborado por el equipo de Asuntos Públicos de LLYC analiza quiénes son los principales candidatos, sus equipos de trabajo y los desafíos que tienen por delante.

Este año, los ciudadanos argentinos elegirán a través del sufragio directo al presidente y vicepresidente que gobernarán el país durante los próximos cuatro años.

Los próximos meses serán decisivos en Argentina. El país se enfrenta a un largo ciclo electoral que marcará su futuro. La fecha clave será el 22 de octubre, cuando se celebren las elecciones presidenciales que, según los sondeos de opinión, será una de las más competitivas de la historia reciente del país. La segunda vuelta, si es necesaria, sería el 12 de noviembre. Durante esas jornadas además se renovará parcialmente el Congreso de la Nación. También, a lo largo de 2023, se realizarán elecciones de gobernadores en 21 provincias y en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

Las compulsas electorales siempre generan expectativas con respecto a las fuerzas que competirán, los candidatos, sus plataformas electorales, y la conformación del nuevo mapa de poder luego de que se publiquen los resultados finales. Por eso, el equipo de Asuntos Públicos de LLYC Argentina ha elaborado el informe “Mapa del poder 2023: Principales jugadores, posibles candidatos y su mesa chica”, que pretende servir de guía para la opinión pública sobre cómo se ordenan a día de hoy las principales fuerzas que disputarán la agenda electoral en 2023. Se trata de un punto de partida para entender las claves de las próximas elecciones presidenciales; aunque, a medida que avance la campaña electoral, podrían producirse anuncios y modificaciones que alterarán -a veces de forma sustancial- los escenarios esperados.

En palabras de Facundo González Sembla, gerente de Asuntos Públicos de LLYC Argentina: “el gobierno que asuma la conducción del país en diciembre de 2023 enfrentará múltiples desafíos económicos y sociales. Por eso, identificar los equipos técnicos que rodean a los líderes partidarios permite anticipar el rediseño del mapa del poder en Argentina y nuevos enfoques de políticas públicas”.

Partidos y candidatos en las elecciones presidenciales

Varias fuerzas políticas se enfrentarán en las próximas elecciones presidenciales, en un contexto crítico después de más de diez años de crisis económica, clima social tenso y altos niveles de descontento con la dirigencia política en su conjunto:

En primer lugar, el Frente de Todos (FDT), que mantiene en este momento una gran incertidumbre sobre quiénes serán los precandidatos. El actual mandatario, Alberto Fernández, y la vicepresidenta, Cristina Fernández de Kirchner, anunciaron que no se presentarían a los comicios. Sí han anunciado sus candidaturas el actual embajador argentino en Brasil, Daniel Scioli; el jefe de Gabinete de Ministros, Agustín Rossi; y el dirigente social del Frente Patria Grande, Juan Grabois. También cuentan con opciones el ministro del Interior Eduardo “Wado” de Pedro, y el ministro de Economía, Sergio Massa.

Al contrario de lo que sucede en el oficialismo, la principal coalición opositora, Juntos por el Cambio (JXC) cuenta con una gran variedad de referentes que han confirmado su intención de competir por la presidencia. Así, dentro del PRO, la elección se divide entre el jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, Horacio Rodríguez Larreta; y la presidenta del PRO y exministra de Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich. En la Unión Cívica Radical (UCR), sus líderes, Gerardo Morales y Facundo Manes, han expresado en variadas ocasiones que pretenden jugar un papel importante en esta elección y en el armado del próximo gobierno.

Cuatro partidos más forman parte de la coalición (Evolución, Coalición Cívica, Encuentro Republicano Federal y Republicanos Unidos), cuyos dirigentes tienen menos posibilidades de llegar a la presidencia que los ya mencionados, pero hacen valer su peso dentro de JxC en las alianzas y apoyos que brindan. La pregunta que persistirá para la coalición en los próximos meses es si podrá asegurar la cohesión y el apoyo de todos sus votantes después de meses de interna electoral, por momentos muy tensionada.

Por último, están las denominadas “terceras fuerzas”, que son aquellas que juegan por fuera del armado de los partidos hasta ahora hegemónicos, y que buscan mostrarse como alternativas al oficialismo y la oposición. Su comportamiento será determinante de cara a las elecciones primarias y generales por su capacidad de incidir en el electorado. En este espacio se sitúa Libertad Avanza del economista Javier Milei, un joven partido que puede ser la sorpresa para el año electoral, ya que sabe canalizar el sentimiento generalizado de la población de desilusión y frustración con la política. También el peronismo de los gobernadores y el Frente de Izquierda forman parte de estas “terceras fuerzas”.

Estamos frente a una elección atípica: Argentina se aleja del bicoalicionismo que marcó el escenario político durante los últimos ocho años, para convertirse en un país de tercios -electoralmente hablando-. El liberalismo, encabezado por el economista Javier Milei, logra ganar intención de voto y posicionarse como tercera fuerza capitalizando el desánimo y la frustración de una población que afronta una degradación diaria de su poder adquisitivo. Este hecho no solo obliga al resto de las fuerzas a reordenarse, sino que además genera la aparición de nuevos jugadores en la arena política; mapearlos y conocerlos es clave para poder realizar una buena gestión anticipada de los asuntos públicos”, concluye Juan Ignacio Di Meglio, director de Asuntos Públicos de LLYC Argentina

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