Hays brinda tres ideas para ayudar a los líderes a modelar el aprendizaje permanente dentro de su organización.
Actualmente, cada vez resulta más difícil para las empresas retener su mejor talento, sin embargo, al establecer una cultura de aprendizaje permanente, las compañías tienen más posibilidades de mantener a sus mejores empleados, según Alistair Cox, CEO de Hays, que explora esta cuestión en el último post de su blog de Influencer en LinkedIn.
Sin duda, las organizaciones siguen luchando con la escasez de habilidades, por ello la retención de talento en los sectores de alta especialización resulta esencial para lograr el éxito de estos negocios. Los líderes empresariales deben por lo tanto revisar sus planes de formación para los empleados y asegurarse de que están haciendo todo lo posible para retenerlos. Para conseguirlo, los directores deben establecer la formación a largo plazo como una prioridad y deben dar ejemplo a su fuerza de trabajo. La realidad es que los líderes que toman parte en las capacitaciones, son a menudo los que dirigen las empresas de alto rendimiento.
“Creo que es importante que los jefes demuestren activamente que están genuinamente comprometidos con su propio desarrollo profesional, que el aprendizaje es clave para todas las carreras profesionales. Los gerentes no deben ver la capacitación y el desarrollo como un costo, o una pérdida de tiempo, más bien como una inversión a largo plazo para la sostenibilidad de sí mismos, su equipo y la organización en general. Al hacerlo, una cultura de aprendizaje comenzará a permearse en todas las áreas de negocio”, comentó Cox.
Los gerentes deben ser más conscientes de sí mismos: anima a los gerentes a pensar si realmente están comprometidos con su propio aprendizaje. Preguntarles si hay actividades que podrían estar haciendo, o, cuándo fue la última vez que fueron a un curso de formación o asistieron a una conferencia. Todas estas acciones constituyen un verdadero sentido del compromiso con el aprendizaje permanente. ¿Están constantemente saliendo de su zona de confort?, ¿siguen siendo curiosos?, ¿saben qué habilidades necesitan desarrollar?, ¿actúan como si estuvieran en un viaje de desarrollo, o que el viaje ha terminado y que se han retirado del crecimiento personal futuro?
La realidad es que el desarrollo de un estilo de liderazgo es un esfuerzo de toda la vida y no se trata de tomar un par de cursos de formación. Si los gerentes creen que es suficiente con esto, es necesario hacerles saber que están equivocados, los líderes se forman a través de los años y experiencias. Por lo tanto, deben dar un buen ejemplo a su equipo y hacer de la capacitación, una prioridad.
Las acciones hablan más que las palabras: los gerentes necesitan comunicar abiertamente su compromiso con su aprendizaje personal permanente, sin importar lo ocupados que están. Alentar a los gerentes para que inviertan tiempo para seguir aprendiendo es clave. Después de todo, hoy en día existen múltiples canales y oportunidades para aprender, muchas de las cuales pueden encajar perfectamente en el día a día.
Por lo tanto, es recomendable guiar al equipo para que asistan a eventos de la industria, unirse a webinars durante su hora del almuerzo o recomendar algunos podcasts que puede ir escuchando fácilmente durante el trayecto de la oficina a casa. No existe un tamaño único para todos los modelos cuando se trata de aprender, así que resulta más eficiente proporcionar opciones y que los profesionales elijan el camino que mejor les funcione.
El fracaso está bien… conlleva un aprendizaje intenso: la innovación y el progreso son una guía para seguir siendo competitivos, y eso no puede suceder sin experimentar un fracaso ocasional. Así que en la nueva “cultura de aprendizaje de largo plazo” en la empresa, es fundamental que el equipo sepa que el fracaso es normal. Sólo hace falta animar a aprender rápido de cada situación.
En conclusión, la próxima vez que se esté tentado a rechazar una oportunidad de aprender algo nuevo, sólo porque se cree que se está demasiado ocupado, es clave alejar ese pensamiento y darse la oportunidad de formarse. La fuerza de trabajo sin duda notará este cambio. Más aún, ellos admirarán este punto de su líder y lo respetarán por ello, y lo más importante, se dará un ejemplo a seguir.
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